Otra bofetada para el Espanyol en Málaga

Un Espanyol con sueño europeo le da vida a un Málaga que era farolillo rojo

Los pericos sólo encajaron dos goles de Rondón gracias al acierto de Kameni

El Espanyol cayó en La Rosaleda por 2-0 rozando el ridículo ante un Málaga que, gracias a los tres puntos sumados, dejó de ser colista aunque no abandona la zona de descenso. Los blanquiazules de Pochettino ubicados en puestos eruopeos fueron 'bailados' por un rival que parecía que jugaba con los papeles cambiados. Rondón, con dos dianas, fue la 'pesadilla' de los pericos que volvieron a dar otra de arena en esta segunda vuelta.

Encajar dos goles en veintiún minutos, ser 'bailado' por el rival y convertirse Carlos Kameni en el mejor jugador perico puede dar una idea de lo perdido que estaba el Espanyol en la primera parte. El Málaga, colista de Primera, hizo lo quiso con un conjunto que ya tiene la permanencia en el bolsillo y que aspira a jugar en Europa la próxima temporada. La presión que ejercieron los locales dio sus frutos en el 7'. Un fallo de Amat fue aprovechado por Rondón dentro del área pequeña para batir al meta camerunés. El 1-0 a favor fue un acicate para los malacitanos que se crecieron aún más ante un adversario que se limitaba a defenderse como podía, sin poder crear ni una sola ocasión de peligro. Con una defensa catalana desbordada, un doble pivote (Baena-Verdú) sin ideas y una delantera (Sergio García, que reapareció ayer tras su lesión de hombro,-Luis García-Álvaro e Iván Alonso en punta) que apenas recibía balones y cuando los tenía era incapaz de crear una jugada, llegó el segundo tanto del Málaga. Rondón volvió a ganar la partida a sus marcadores. Veintiún minutos después de inaugurar el marcador anotó su segundo. La jugada la inició Portillo con un centro hacia la derecha del ataque local, el futbolista venezolano no dudó en enviar el balón al fondo de la red ante el error de Javi López.

Con el 2-0 en contra, Pochettino cambió las bandas, situó a Álvaro en la derecha y Sergio, en la izquierda. Pero tampoco funcionó. En el 30', Sebas pudo colocar el 3-0. El único que estaba entonado era Kameni, que en el minuto 35 le hizo dos paradas seguidas, de nuevo a Rondón, en una misma jugada cuando en las gradas ya se cantaba el gol. Tres minutos más tarde, volvió a convertirse en el auténtico 'salvador' local. La primera parte acabó sin más incidencia.

Tras el descanso, la tónica del encuentro fue la misma y Pochettino decidió hacer el primer cambio. Dio entrada (60') a Osvaldo, que reaparecía después de que el 9 de enero cayera lesionado ante el Zaragoza, por Álvaro. Un minutó después de saltar al césped, dio el primer susto del encuentro a los locales al enviar un balón entre los tres palos. Once minutos más tarde, Thievy salió por Sergio García para dar más mordiente a la delantera. Alonso retrasó su posición y dejó la punta para Osvaldo, mientras que Luis se colocó en la derecha y Thievy en la izquierda. El Málaga no sólo no se inquietaba por los cambios pericos sino que no se cansaba de atacar a la portería de Kameni y éste tuvo una intervención crucial al enviar el balón al córner en el 77' tras un disparo de Recio. Dos minutos antes Sandro Silva entró por Portillo y en el 79', Juanmi por Seba.

Con un claro triunfo sobre el Espanyol, los locales se dedicaron a hacer su partido ante el jaleo de su afición, que les llevó en volandas durante los noventa minutos. No tenían prisa. Los tres puntos ya estaban en el saco y cuando querían. En el 88', Rondón, el héroe del Málaga, fue sustituído por Maresca.

Osvaldo intentó alguna jugada pero ni la suerte ni el equipo le acompañaron.

La segunda mitad no tuvo más historia que la de corroborar el Málaga su superioridad ante el Espanyol y demostrar que tiene equipo para seguir en Primera

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