El Real Madrid no quería más sustos. Sin Cristiano Ronaldo en sus filas, y con el tándem del galo y el togolés en el ataque, el equipo blanco salió con todo firmando una gran primera parte. No tardaron mucho en empezar a acosar la meta de Toño. En el minuto 4, un Benzema ávido de demostrar su valía partido a partido, lo intentó, pero sin suerte. Cuatro minutos después era su pareja de baile de la noche quién dejaba pasar una nueva oportunidad a pase de Özil, que bordó el partido. A partir de ahí, unos tímidos intentos del Racing para sorprender a la zaga madridista interrumpían el dominio absoluto de los blancos que tenían la mira puesta en la meta de Toño.
Buena conexión Benzema-Adebayor
Aún no habían pasado quince minutos cuando el Sardinero suspiraba de alivio ante el fallo monumental de Marcelo. El lateral brasileño, habiendo superado a la defensa racinguista y a su guardameta, enviaba el balón fuera. Se echaba las manos a la cabeza ante la oportunidad perdida. Este hecho provocó una breve intensidad ofensiva en los cántabros que empezó a crear ocasiones, aunque sin la peligrosidad necesaria. Un nuevo susto se apoderó del estadio al estrellar sonoramente Benzema el balón en el travesaño a los 22 minutos de juego. Un minuto después, el Madrid se desquitaba marcando el primer gol de la noche gracias a una buena jugada colectiva iniciada por un excelente Xabi Alonso y culminada, a pase de Özil, por Adebayor. El Real Madrid se ponía por delante en el marcador, pero quería más. Y no tardó mucho en conseguirlo. Xabi Alonso, de nuevo, recuperaba un balón en el centro del campo, se la pasaba a Özil y éste, que vio a Benzema incorporarse, se la dejaba para que batiera por segunda vez a Toño.
Baja la intensidad del juego
A partir de los goles, aunque seguía el mismo buen juego, bajó ligeramente la intensidad a tenor de la ventaja conseguida. Con un Racing con moral baja, el conjunto madridista seguía haciendo y deshaciendo a su antojo, dejándole el penoso trabajo de repeler constantemente los ataques de los blancos. De las pocas oportunidades de las que gozó el equipo racinguista se puede contar la intentona de Giovanni Dos Santos por la banda derecha y que Kennedy enviaba por encima del travesaño.
Pinillos falla un penalti
Al inicio de la segunda parte, el Real Madrid pareció acomodarse, cosa que no aprovechó el Racing en un principio. Con un juego mucho más tranquilo y un ritmo pausado, el conjunto blanco vio cómo todo se le rompía al pitarles un penalti a favor de los cántabros. El nerviosismo empezaba a apoderarse del banquillo blanco, pero Pinillos falla la pena máxima al resbalarse a la hora de disparar. Una oportunidad perdida. El curso del partido se retomó en el punto en el que se había interrumpido, creando más ocasiones, intentando aprovechar los lanzamientos de faltas y asistiendo a la buena conexión existente entre Benzema y Adebayor.
Último intento del Racing
En el minuto 69, Kennedy aprovechaba un buen pase de Lacen para batir a Casillas por lo bajo. El Sardinero volvía a venirse arriba ante la esperanza de pasar de la victoria visitante a un hipotético empate. La grada volvía a animar a sus jugadores. Pero esta alegría duro pocos minutos. Cinco minutos después, Benzema se encargaba de zanjar cualquier atisbo de esperanza marcando el tercer gol. La noche daba una vuelta de tuerca sorprendente al filo del final del partido con un penalti a favor del Real Madrid que fallaba Adebayor. El Racing aprovechaba el contraataque para intentar sorprender a Casillas, pero Kennedy, en esta ocasión, no vio puerta. El conjunto madridista vuelve a ponerse a siete puntos del líder firmando una buena primera mitad.