La derrota en la Carling Cup hizo mucho daño. Mucho más del que podría hacer un partido perdido y la el adiós de una Copa. El cómo se perdió y la sensación de abatimiento que supuso dejar escapar un título que ya se rozaba con la punta de los dedos, fue especialmente duro si se tiene en cuenta que el Arsenal de Wenger lleva seis años sin ganar ni un solo título. Los últimos fueron la Liga y la Copa conseguidas en la temporada 2004-05.
Lo que hasta hace pocas semanas era la lista de renovaciones pendientes del técnico para afianzar la columna vertebral de un equipo en construcción, puede pasar a ser este verano una carta de menú para los grandes clubes de Europa. El conjunto gunner bajo la batuta del preparador alsaciano ha conseguido armar un grupo de talentos futbolísticos capaz de dar guerra al mismísimo Barça. El problema es que jugar bien, incluso hasta muy bien, deja de servir cuando el club no gana nada. Los aficionados, pero también los jugadores, terminan cansándose y buscan otros destinos más suculentos.
Una situación parecida es la que ha vivido el Liverpool durante las dos últimas temporadas con la marcha de algunas piezas claves que también han ido a buscar fortuna en otros equipos; la diferencia es que ellos never walk alone así que Rafa Benítez también abandonó el conjunto red junto a Xabi Alonso o a Arbeloa. Nombres que empezaron la fuga que se ha ensanchado con las salidas de Mascherano o Fernando Torres en los últimos meses.
Volviendo a Londres y a los planes de Arsene Wenger: El entrenador francés entabló conversaciones con el director deportivo del club del norte de Londres, Ivan Gazidis, para renovar a seis de sus principales figuras que terminan contrato el año que viene y blindarlas con contratos de larga duración para dar continuidad al proyecto.
Pero dada la trayectoria del club, muchos podrían rechazar la oferta y decidir cambiar de aires para encontrar otra plaza donde sea más fácil conseguir algún trofeo. Se trata de Samir Nasri, Andrei Arshavin, Gaël Clichy, Johan Djourou, Tomas Rosicky y Lukasz Fabianski que finalizan contrato en junio del 2012 y están en las agendas de muchísimos clubes de Europa.
Con el Manchester United liderando en solitario la Premier, las opciones de añadir un nuevo trofeo a las vitrinas del club londinense y por lo tanto, de salvar los muebles y mantener la confianza en el técnico, el poyecto y el grupo, se van reduciendo a la eliminatoria de Champions con los azulgranas, aún muy abierta a pesar de la ventaja inglesa en el partido de ida en el Emirates Stadium (2-1).
Ofertas y destinos
Algunas de estas salidas podrían recalar en la Liga española e incluso en el Barça; Clichy ya sonó para el club azulgrana la pasada temporada, igual que Arshavin, también en la agenda del Madrid y varios clubes rusos. Aunque esta vez, si alguno de los jugadores gunners podría tener un pie en al Barça además de Cesc Fábregas claro está-, seria Samir Nasri.
Según informaba el The Independent el pasado domingo, el padre del jugador francés, Hamid Nasri, habría sido visto en carias ocasiones en el Camp Nou y se especula con un posible interés del club catalán por hacerse con sus servicios. Las negociaciones para su renovación están abiertas así que se podría tratar de una simple estrategia para conseguir un aumento de su ficha pero lo que sí es verdad es que el joven jugador marsellés es un portento y tiene cualidades para tener un sitio entre los hombres de Pep... ¿quién sabe si en vez de Fábregas, es Nasri quién termina vistiendo de azulgrana?