El Barça se dejó dos puntos en Gijón por el virus FIFA, por una primera parte muy floja por parte blaugrana y muy potente por el Sporting y por una alineación en la que de inicio se cambió a un jugador por línea. Ésta última cuestión no debería ser relevante, pero tiene su peso cuando se suma a las otras. El FC Barcelona, de todas formas, salió fuerte de El Molinón porque supo reaccionar y no acabó perdiendo sino que se llevó un punto. No es fácil lo que hace este equipo. En partidos como los de ayer es cuando más se nota.
Dos notas positivas de un mal resultado: buena lección para jugar ante el Arsenal. El nivel de exceso de confianza ya se agotó en la primera parte de Gijón. Otra, cuando este equipo no está fino, empata y la imagen final del equipo, buena, reaccionando y pudiendo ganar.
El Sporting jugó muy bien la primera mitad y sorprendió al Barça por la banda de Alves donde entró como quiso y cuando quiso, aprovechando las subidas del lateral. Los asturianos jugaron al límite de intensidad (como siempre han hecho ante el FC Barcelona) y defendieron bien. Tras el descanso, Guardiola retocó y el Sporting se echó hacia atrás. El Barça dominó, pero ya había perdido 45 minutos. La ventaja del Barça en la Liga aún es cómoda, aunque era evidente que no estaba sentenciada.