Robert Kubica mejora de forma clara. Los médicos están muy esperanzados, sobre todo con su mano, que tiene temperatura sinónimo de que la circulación sanguínea es normal y parece que ha podido mover algún dedo.
El piloto, que sufrió su grave accidente el domingo en la Ronda d'Andora, una prueba menor italiana, y fue mantenido en coma médico hasta ser intervenido el mismo domingo durante siete horas, lo primero que hizo al despertar fue preguntar por su copiloto: "¿Cómo está Jackob?".
El Dr. Giorgio Barabino, responsable de reanimación del Hospital de la Santa Corona en Pietra Ligure, a pocos kilómetros de San Remo, explicó que Robert "es consciente de lo que le ha sucedido".
El equipo médico no quiere emitir un pronóstico de recuperación, pero la rehabilitación de la mano podría requerir un año. "No descartamos nuevas intervenciones. De momento se han intervenido las grandes fracturas para que no influyan en el estado general del paciente, especialmente en el aspecto cardiovascular. Por eso se procedió a fijar su fractura de pierna externamente para evitar de momento una intervención que podría traer complicaciones circulatorias o pulmonares, concentrándonos en el antebrazo, parcialmente seccionado. Ahí tuvimos que recomponer los tendones, los músculos y dos nervios principales", dijo Francesco Lanza ayer por la mañana.
Este médico reconoció que el estado de Kubica al llegar al hospital era crítico "por las hemorragias". Por la tarde, el polaco fue intervenido de nuevo para solucionar fracturas en el codo y la clavícula, y no se descartaba tener que volver a operar la mano.
Al hospital llegaron ayer el padre de Robert, Arthur, y su prometida. También su compañero en Renault, Vitaly Petrov y el director del equipo Eric Bouiller, así como Maldonado, Liuzzi, etc.
Boullier afirmó que Robert era fuerte "y podrá recuperarse en menos tiempo que ese año que predicen ahora los médicos". Sólo la fractura de la pierna le mantendrá cuatro meses de baja. Flavio Briatore aseguró que volvería más fuerte que nunca y Fernando Alonso, el primer piloto en llegar el mismo domingo aseguró que "Robert tiene una fuerza innata y estoy seguro de que puede confiar en ella también esta vez".
Los médicos desean ahora que Kubica descanse un par de días antes de hacer otra evalución