Florentino Pérez tiene muy mal ojo a la hora de fichar, sobre todo cuando se trata de acudir al mercado de invierno. El presidente del Real Madrid, cierto que muchas veces fatalmente asesorado, ha tenido un nulo acierto con las incorporaciones de enero. Pérez confía en que Emmanuel Adebayor, ese díscolo delantero togolés que le ha traído a regañadientes al 'llorón' José Mourinho para lo que resta de temporada, no le salga 'rana' como le sucedió con Gravesen, Portillo, Cicinho y Cassano.

Las altas invernales del Madrid casi nunca fueron una solución y la mayoría fracasó, alguno estrepitosamente como el juerguista italiano Antonio Cassano, aunque el 'bluff' más sonado fue el francés Julien Faubert, que aterrizó en el Bernabéu bajo la presidencia de Vicente Boluda, 'alias chorreo'.

Florentino, que no fichó el pasado enero tras su descomunal gasto del verano de 2009 (255 'kilos'), siempre se ha mostrado reacio a tirar de chequera en invierno al considerarlo un signo de “debilidad”. De ahí que el presidente merengue, que llegó por primera vez al sillón del Bernabéu en el año 2000, se pasara casi un lustro sin hacer ningún fichaje invernal.

En la temporada 2004-05 repescó de la Fiorentina al canterano Javier Portillo, que no fue solución alguna, y contrató a Thomas Gravesen, un tosco mediocentro del Everton (costó 3,5 millones), que Pérez presentó como “el mejor jugador de Dinamarca”. Con su concurso se esperaba que el Madrid resurgiera al más puro estilo Edgar Davids en el Barcelona, con quien el año anterior (2003) los azulgrana cambiaron por completo de aspecto en la segunda vuelta y le remontaron 18 puntos al Real. Sin embargo el rendimiento del 'Ogro' no fue el previsto. Tampoco le benefició su conducta huraña.

Un año después, Pérez fichó a Cicinho (Sao Paulo) por 10 millones. El lateral brasileño, precisamente ahora fichaje invernal del Villarreal, tampoco cuajó en el Bernabéu, aunque le marcó una grave lesión de rodilla y su mala relación con Raúl. Fue traspasado a la Roma por 9 'kilos', apenas 18 meses después de su llegada.

Cassano, juerguista y glotón

Aunque para megafiasco, Antonio Cassano, que se presentó en Madrid (enero 2006) con un escandaloso sobrepeso. En temporada y media disfrutó más de la noche madrileña que en el campo. Sólo marcó dos goles en 19 partidos de Liga. El Real lo fichó de la Roma por 5,5 'kilos' y se fue gratis a la Sampdoria. El ex presidente blanco Ramón Calderón le acusó de fomentar la prostitución en Madrid. El ariete de Bari reveló que en la capital vivió en un hotel y que era muy fácil invitar a cualquier mujer para pasar con él las veladas. “Sexo y comida, la noche perfecta”, dijo 'Il Talentino', que acaba de 'aterrizar' en el Milan.

Florentino espera que Adebayor, que le cuesta 24.733 euros diarios al Real, no aumente su 'colección' de fiascos invernales. El madridismo mira con gran recelo al díscolo ariete togolés, un futbolista conflictivo y polémico.

Aplazan el veredicto del botellazo a Iker

El Comité de Competición decidirá el próximo martes si sanciona o no el botellazo que recibió Iker Casillas en el estadio Sánchez Pizjuán, al término del partido de ida de Copa. Todo apunta a que no se clausurará el estadio sevillista (se le apercibirá de cierre) porque se considerará que no hubo daño grave al portero merengue. El árbitro del encuentro, Undiano Mallenco, señaló en el acta que Casillas no tuvo que ser atendido por los servicios médicos