El Atlético de Madrid se suicidó por enésima ocasión en esta Liga. Ayer, el escenario fue el estadio de El Molinón que vio un partido muy malo por parte de los dos equipos, pero que se llevó el que puso más ganas y fútbol, es decir, el Sporting. El Atlético energético que iba a comerse el campo se quedó en Madrid y como prueba de ello es que su primera ocasión clara de peligro no llegó hasta el minuto 75 de partido cuando ya iba perdiendo por 1-0. Cierto es que Valera podía haber marcado en el descuento, pero Cuéllar, un ex rojiblanco, lo evitó con una gran parada. Un gol que hubiese servido para disimular una crisis en la que parece instalado el equipo colchonero. Sí, porque no hay que engañarse. Este Atlético de Madrid no está para luchar por acabar entre los cuatro primeros de la tabla. Ahora, sin partidos entre semana, Quique y los jugadores tienen que reflexionar y ponerse las pilas para cambiar la dinámica en la que parece instalado el equipo: poco fútbol y escasa fiabilidad para ganar los partidos.
Si a todo eso le sumamos los fallos que tiene la defensa rojiblanca, el resultado fue lo que pasó ayer: una derrota. Lo que pasó en el único gol del partido fue de patio de colegio. Perea y Raúl García van a por un balón en el área, ninguno lo toca, acaban chocándose y la pelota llega a los pies de Barral que bate a De Gea en el minuto 51 de partido. Increíble pero cierto. Así perdió ayer el Atlético de Madrid un partido malo que viendo los méritos de cada oponente mereció acabar en empate sin goles. El Sporting le puso muchas ganas, pero creó el mismo peligro que el Atlético: poco o ninguno.
¿Y el árbitro? Pues mal para el Atlético, como de costumbre. No expulsó a Barral en la última jugada de la primera mitad y no señaló un posible penalti de Gregory en la segunda con 1-0 en el marcador. Bien es cierto que Fran Mérida tenía que haber sido expulsado en la recta final del encuentro, pero mal harían los atléticos en aferrarse a laactuación arbitral para justificar la derrota de ayer.
Lo mejor o lo más interesante del choque ocurrió en la segunda mitad, porque la primera es de las peores que se han visto esta temporada, como lo demuestra que no hubo ni una ocasión de gol. El 0-0 que lucía el marcador al descanso era el fiel reflejo de lo que estaba pasando en el césped. En la segunda mitad, las cosas se animaron con el tanto del Sporting. Por detrás en el marcador, el Atlético no tenía más remedio que ir a por el partido. Esa era la teoría porque en la práctica, siguió con su juego impreciso y sin ideas que le facilitó mucho las cosas a un Sporting que tampoco supo aprovechar esa situación para sentenciar el encuentro. Lo pudo pagar en el descuento con un excelente cabezazo de Valera que Cuéllar envió a córner. Fue el canto de cisne de un Atlético de Madrid que tiene siete días por delante para pensar en lo que pasó ayer y, sobre todo, en lo que quiere para el futuro
El dato
Raúl García no jugará el próximo domingo ante el Athletic por sanción ya que ayer vio la quinta amarilla de la temporada. Su sustituto parece que será Tiago, aunque ayer fue descartado por unas molestias musculares