Roberto Martínez, entrenador del Wigan que el sábado cayó ante el Arsenal por tres goles a cero, se mostró muy molesto con Cesc Fàbregas porque a su juicio exageró en la jugada del penalti que propició la expulsión de Gary Caldwell y que Van Persie envió fuera.
El entrenador español entendió que el centrocampista del Arsenal engañó al árbitro en esa jugada. Cuando vi la jugada en directo me pareció que el contacto fue muy, muy suave. Cesc había intentado forzar otro penalti en la primera mitad. Es muy inteligente, sabe ganarse con facilidad las decisiones de los árbitros, dijo.
El técnico del Wigan insistió en que si nos fijamos en las repeticiones, Gary intenta volver a su posición, y en el contacto, no se sabe bien si Cesc topa con la pierna de Gary o al revés, pero en cualquier caso para mí fue muy suave