'Ibi' Afellay reclamó ante el Málaga su primera titularidad y la vuelta de Copa ante el Betis de mañana en el Benito Villamarín, después del 5-0 del Camp Nou, aparece como un escenario ideal para foguearse. El holandés está acelerando su adaptación y ante el equipo de Manuel Pellegrini enseñó parte del repertorio de cualidades que convencieron a Pep y a la dirección deportiva azulgrana. La grada le premió con aplausos.
El pasado domingo, el ex del PSV degustó su cuarto ratito como jugador del Barça. Tres minutos en los que no tocó el balón ante el Athletic (Copa), otros ocho frente al Depor (Liga), once más ante el Betis (Copa) y los ocho frente los andaluces (Liga). Muy poco tiempo para exhibir su clase pero sí lo suficiente para abrir los ojos a una afición con ganas de hartarse de su juego.
Afellay, que con el PSV jugó 217 partidos y marcó 39 goles, fue recibido con una atronadora ovación cuando suplió a Iniesta. En los primeros instantes, el público coreó cada uno de sus pases en corto. De inmediato se atrevió a repartir juego primero a la derecha y después con un pase en vertical para que un compañero probara un centro que casi termina en gol.
La particularidad de este segundo encuentro liguero fue que actuó en el centro del campo y no como en las tres anteriores cuando el técnico lo ubicó como extremo. Afellay podría dar descanso en Sevilla al de Fuentealbilla