El capitán del Real Zaragoza, Gabriel 'Gabi' Fernández, aseguró que es mentira y una barbaridad que se hayan planteado no jugar el partido de mañana frente al Levante por los graves problemas económicos que atraviesa la entidad maña. No obstante, reconoció que están cobrando las mensualidades aunque el club que preside Agapito Iglesias y con quien esperan mantener una reunión los próximos días para que les explique cómo está la situación, adeuda a la plantilla zaragocista parte de la ficha de la temporada pasada y la de la actual.
Los tres capitanes del Real Zaragoza, Gabi, Leonardo Ponzio y Jorge López, mantuvieron el miércoles una reunión con el director deportivo del club, Antonio Prieto, y con la presencia del entrenador, Javier Aguirre, en la que reconoció que se habló de los asuntos económicos que les afectan. El centrocampista intentó restar importancia a esa reunión y aseguró que están centrados en tratar de ganar primero al Levante y después al Deportivo. Nuestro futuro pasa por ahí y si conseguimos sacar los dos partidos nos podemos meter en la mitad de la tabla, dijo. También insistió en que lo que ha trascendido de la reunión que mantuvimos han sido cosas erróneas porque el equipo en ningún momento ha pensado en no jugar ni amenazar a nadie, sólo está centrado en ganar el sábado y su pretensión al comparecer era aclararlas. Sobre la delicada situación que atraviesa el club aragonés, en el que recordó que llevo cuatro años y siempre he cobrado, la amplió a que todo el fútbol español está en una situación difícil.
El Nàstic, a por Braulio
La dirección deportiva del Nàstic pretende reforzar la delantera con el zaragocista Braulio, un punta que cumple el perfil que ha pedido el entrenador. Joan Carles Oliva quiere un jugador que conozca la categoría, de solvencia contrastada y con una adaptación rápida al grupo, requisitos que cumple de sobras el ex delantero del Getafe y el Salamanca. Braulio noentra en los planes de Javier Aguirre y vería con buenos ojos una cesión, tal como ya pasó la temporada pasada cuando se marchó al Recre. El problema más importante es la ficha del jugador, demasiado alta para una economía precaria como la del Nàstic