Balón de Oro 2010: Gana el número uno, Leo Messi

Leo sacó la lengua, no tenía discurso y se lo dedicó "a todos los barcelonistas"

Se enteró por sorpresa y por boca de Guardiola, que lo presentó en tres idiomas

Messi (23 años) recoge por segunda vez el premio al mejor jugador del mundo

"Leo es único, no hay color entre él y todos los demás". Andrés Iniesta confirmaba con esta sincera declaración anti-desilusiones lo que piensa el mundo del fútbol. Que Messi es el más grande. Que no hay otro como él. Que es diferente a todos porque cuando salta a un terreno de juego el mundo queda maravillado. Porque marcó 60 goles en 62 partidos en el 2010, ganó la Bota de Oro europea y conquistó la Liga con el Barça.

El mundo del fútbol reconoce que es pura magia, que tardaremos en disfrutar de un futbolista como él a quien por primera vez no le pasó factura un discreto rendimiento en el Mundial. Nunca antes el ganador de una Copa del Mundo se había quedado sin premio en año de Mundial, como ha sucedido con Iniesta y Xavi. Pero es que hasta en ese detalle ha sido benévolo el mundo del fútbol.

Con el 22,65 % de los votos

Leo recibió el 22,65% de los votos, por delante de Iniesta, 17,36% y de Xavi, 16,48%. Nada menos que 40 capitanes de selecciones escogieron a Leo como el mejor, 48 seleccionadores. Entre ellos, ni Eto'o, ni Ibrahimovic, ni Casillas, ni Cristiano Ronaldo, con otros gustos futbolísticos. Pero es que la elección era complicada porque los tres candidatos responden a una filosofía de fútbol, a un estilo, a una Masia que mima a sus jugadores y les enseña que al balón se ama. Por eso el Balón, el de Oro, vuela a casa, a La Masia, y cuando Messi se lo entregue al público del Camp Nou todos entenderán que es el premio a la cantera.

Leo estaba totalmente relajado en la gala, risueño, disfrutando de la simulación virtual en plan Avatar que la FIFA había preparado para los galardonados. Relajado porque pensaba que él no ganaba. Cuando Pep Guardiola apareció en el escenario del palacio de congresos un murmullo recorrió la sala. Debía ser Luis Suárez, el único Balón de Oro español, el que entregase el premio supuestamente a otro español. Pero no, ahí estaba Pep Guardiola, elegante, ejerciendo de maestro de ceremonia, en catalán, castellano y para acabar con "and the winner is…". Se giró el sobre y la pantalla captó al ganador: Lionel Messi. Cuando Pep pronunció el nombre del mejor jugador al que ha visto nunca sobre un terreno de juego, Leo sacó la lengua. No se lo creía. Miró a sus compañeros y subió al escenario medio encorvado. Miro de reojo el trofeo antes de que se lo entregasen y acercó su cara al micrófono, agachado, sin saber qué decir. Dedicó el Balón de Oro a sus compañeros, a su familia, al Barça, a todos los aficionados. Recibió el abrazo de Pep y después del resto de sus compañeros y con el trofeo se marchó a casa.

Octavo trofeo culé

Era la octava vez que el FC Barcelona era galardonado en la figura de uno de sus jugadores como Balón de Oro. Messi logra además el de la unificación, un trofeo si cabe más valioso. Leo tiene (ojo al dato) 23 años y toda la vida para seguir escribiendo con letras de oro su carrera. Leo es el mejor del mundo. Y no es que lo digan los seleccionadores, los capitanes, la prensa, es que lo dicen los dos compañeros que acreditaban el título de campeones del mundo. Leo es el más grande y es difícil competir contra él. "Es el mejor del mundo con mucha diferencia", comentaba Xavi.

El Balón de Oro ya está en casa y con él un reconocimiento único al fantástico trabajo que realiza el club con la cantera, el agradecimiento a una filosofía. Alguien lo habrá pensado, seguro, nada como hacer dos réplicas del Balón de Oro una para Iniesta y otra para Xavi. Se lo merecían. Son muy grandes. Pero el mejor del mundo sigue siendo Leo

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...