Hay quien se frota las manos, sobre todo en Madrid, intuyendo una crisis goleadora de Messi. Desde que endosó un doblete a la Real Sociedad el 12 de diciembre de 2010, hace cuatro partidos (tres porque estaba de vacaciones ante el Levante), no ha vuelto a ver puerta. Es su racha más desapacible en esta temporada, aunque su ritmo de goles mantiene una brutal frecuencia con 27 en 29 partidos.No atraviesa pues un bache de juego o una turbulencia anímica, ni mucho menos. Cuando el argentino no marca, asiste, demostrando que su eficacia no se cuantifica en tantos. Messi es letal por definición.
Ejemplos morrocotudos se apilan en los números de esta campaña. Tres apuntes sobresalen del resto: el clásico ante el Real Madrid, el derbi frente al Espanyol y la Copa de este 5 de enero en Bilbao, donde el Barça afrontó su primera final. En ninguno de los tres marcó, es cierto, pero su presencia resultó providencial. Ante los blancos, dos asistencias suyas en la segunda parte habilitaron a Villa para que certificara la descomposición del proyecto Mourinho. Frente al Espanyol, dos semanas más tarde y también en Liga, dejó que Pedro y Villa lucieran su poder ofensivo con dos toques magistrales al hueco que no desaprovecharon, uno en cada parte. La última vez fue hace dos días ante el Athletic. La eliminatoria no pintaba bien y Xavi buscó el recurso interior de un pase a Messi. Generoso por naturaleza, Leo cedió el balón para que Abidal en carrera descorchara su primer tanto azulgrana.
En otros encuentros, incluso, Messi ha marcado y ha asistido a otros jugadores completando actuaciones memorables. En Champions logró un doblete ante el Panathinaikos y dio un gol y en Liga también se desdobló con una eficacia acongojante ante Atlético de Madrid (jornada 3), Sevilla (jornada 9), Getafe (jornada 10) y Almería (jornada 12). Teniendo en cuenta que Leo ha marcado en 16 encuentros, en un 55% del total, nadie puede reprocharle nada. Está, siempre está, para desequilibrar. Juega para el equipo y esa es la gran diferencia con Cristiano Ronaldo. El portuigués actúa para sí mismo, sólo para sí mismo.
La contabilidad del Barça añade además que, cuando aún no ha concluido la primera vuelta de la Liga, Messi va camino de pulverizar su récord de asistencias. Suma por ahora 13 y su tope son las 18 logradas la temporada 2008-2009. En la segunda de Pep en el banquillo elevó el listón a las 12. Su gran receptor este año es Villa con cinco pases