Ha nacido una estrella. Así calificó el portal web de la Federación Internacional de Natación la actuación de Mireia Belmonte en el Mundial en piscina corta de Dubai, tras el que fue elegida como la mejor nadadora del campeonato después de ganar cuatro medallas, tres de oro (200 mariposa y 200 y 400 estilos) y una de plata (800 libre) que ayudaron al equipo español a ser tercero en el medallero con ocho metales. El oro de Erika Villaecija en 800 libre, una plata y un bronce de Aschwin Wildeboer en 50 y 100 espalda, y otro bronce de Mercedes Peris en 50 espalda completaron la cosecha.
Tanto reconocimiento abrumó a la joven nadadora badalonesa en su regreso a España, donde se vio desbordada por los multitudinarios recibimientos en Madrid y Barcelona, especialmente en esta ciudad, donde la esperaban sus familiares, amigos y compañeros del Club Natació Sabadell. Todavía no he digerido lo que he logrado en Dubai. Poco a poco voy siendo más consciente, pero aún me cuesta asimilarlo, aseguró Mireia Belmonte, de sólo 20 años.
Sinceramente, no esperaba hacerlo tan bien. Mi objetivo era llegar a la final en todas las pruebas que nadaba y al final todo salió perfecto. Las dos medallas que gané el primer día en sólo 45 minutos me dieron mucha moral y fuerza y ni yo misma me creía lo que estaba haciendo, dijo Mireia. Lo que más me sorprendió fue la medalla en 200 estilos, y mucho más nadando por la calle ocho. Pero tampoco me esperaba la de los 800 libres porque es una prueba que no nado habitualmente, añadió.
Con una mezcla de emoción, timidez y cansancio marcada en su rostro, Mireia Belmonte reconoció que la principal clave en su rendimiento la tiene su nuevo entrenador, el francés Federic Vergnoux. El cambio de entrenador y de preparación me ha ido muy bien. Sobre todo he notado que ahora tengo más confianza en mi misma, aseguró. Al joven técnico francés, de 37 años, no le cabía la camisa en el cuerpo. Vergnoux llegóal CN Sabadell el pasado mes de septiembre en sustitución del australiano Michael Piper y logró convencerla de que se quedara en lugar de marcharse a entrenar a los Estados Unidos, como ella quería.
Mireia tiene mucho talento y una gran capacidad para trabajar duro diariamente. Respecto al año pasado cambiamos muy pocas cosas en su preparación, pero aumentamos su volumen de entrenamiento. El resto lo puso ella con su talento y su fuerza mental, que es la clave de su mejora, dijo Vergnoux. Es una chica muy predispuesta a trabajar y tiene un gran margen de mejora. Aún puede nadar mucho más rápido en cualquier prueba. Creo que, hoy por hoy, no tiene límite, añadió el técnico, quien reconoció que el Mundial de Shanghai será otra etapa importante para Mireia, pero nuestro verdadero reto serán los Juegos de Londres