Andrés Iniesta, el 'Hombre del Año' para la revista Esquire, reconoce que ha visto repetido el gol del Mundial ¡muchas veces! Lo tengo grabado en el ordenador y nunca me canso. Cada vez que en la tele hacen un resumen del Mundial o del 2010 vuelven a ponerlo. Y lo veo de nuevo. Es algo que siempre estará presente en mi vida.
En el número de Esquire de diciembre que hoy se pone a la venta, el héroe de Fuentealbilla rememora lo mejor de aquel gol. Al acabar el partido sólo pensé en mi familia. En el campo estaba mi hermana, mi cuñado y mi novia, además de unos amigos a los que invité. Me puse a buscarlos entre el público. Cuando los localicé, estaban locos de alegría. Luego llamamos a casa de mis padres, donde estaban mis abuelos y el resto de familia y amigos. Estaban todos muy emocionados. Soy bastante familiar. Ellos son las personas con las que hablo después de cada partido importante.
Andrés relata y recupera las emociones de aquellos días del verano más inolvidable cuando la selección se proclamó por primera vez en la historia campeona del Mundo, con un gol suyo. De todas las sensaciones posteriores, se queda con los días de después,cuando regresamos a España. Me emocionó muchísimo recorrer las calles de Madrid y verlas a rebosar, llenas hasta arriba de gente con camisetas, pancartas, banderitas... radiantes de felicidad. Son momentos que no tienen precio. Ver a tanta gente feliz a tu alrededor, compañeros, amigos y miles de aficionados a los que no conoces es algo muy bonito. Nunca lo olvidaré. Inseparable de su personaldidad y vida azulgrana, para Iniesta, Guardiola es un personaje clave en su vida. Me ha enseñado muchísimo, ha sido jugador y ha vivido el fútbol desde dentro. Siempre tiene soluciones para los problemas que surgen, dice.
En cuanto al Barça, cada temporada hay que subir un peldaño más. Lo que hicimos el año pasado en la Liga quizá no nos sirva para ganar ésta. La gente te estudia y te intenta incomodar. Es un reto que tienes que ir superando año a año. Y dice también que las cláusulas como la suya de 200 millones de euros son pura anécdota. Si tú te quieres ir de un club, más tarde o más temprano, te vas. Yo quiero quedarme. Da igual si alguien viene y paga ese dinero