José Mourinho parece dispuesto a batir todo tipos de records, entre ellos el de acumular el mayor número posible de 'enemigos' en el mundo del fútbol. La lista empieza a ser larga. Y es que el luso se mete con todos sin ton ni son y busca permanentemente la provocación y el conflicto. Y por mucho que algunos medios intenten culpabilizar de sus actos a los realmente afectados, el único culpable de la situación es José Mourinho. No hay otro. Y en eso prácticamente coincide todo el mundo del fútbol. Incluso algunas voces más madridistas que el propio Mou lo han reconocido.

No tiene suficiente con atacar a rivales (técnicos, jugadores o aficionados) que incluso se ha metido y humillado a algunos de sus propios jugadores. Y además, de puertas para adentro, se queja de que su club, oficialmente no le apoya de forma incondicional. No considera suficiente el comunicado que ofreció el club días atrás, con referencia a este último conflicto con Manolo Preciado, al que intentó convertir en el malo de la película, ni las tímidas declaraciones de algunos dirigentes blancos. Él quiere que todo el Madrid se mueva a su son y en eso Florentino Pérez no parece dispuesto a ceder.

Al presidente blanco no le gusta que el número de 'enemigos' del Madrid vaya creciendo y que se enciendan los ánimos allá donde el Madrid actúa como visitante. En los pocos meses que lleva ocupando el banquillo ha borrado de un plumazo el 'señorío' del que el Real Madrid presume históricamente. Teme Florentino que el Madrid deje de ser respetado por sus rivales, tanto como club que como equipo, y se convierta para todos en el 'enemigo' a batir. Considera que los desmanes de José Mourinho se están volviendo en contra del propio club y puede acabar por perjudicarles, y mucho. Y es que no todo vale para ganar títulos y eso Florentino Pérez lo sabe. La provocación constante y el menosprecio no son las armas que el presidente quiere para que el Madrid vuelva a ganar títulos, y esas son las armas que mejor sabe manejar Mourinho.

Su 'estilo' se contagia

José Mourinho encendió los ánimos en Gijón (él y no Preciado que sólo hizo que defenderse) y podría haber ocasionado algún percance que muchos temen que pueda darse en otro lugar y al que, llegado el caso, habría que responsabilizar por completo al técnico madridista. Y lo peor es que su 'estilo', su mal estilo, parece crear escuela dentro de su propia plantilla. Los sportinguistas acusan a Pepe de dedicar cortes de manga a la afición de El Molinón y diversas imágenes han puesto en evidencia el “putos” que Ozil le dedicó a la afición asturiana para celebrar el gol de Higuaín y también el acto provocador de Cristiano Ronaldo haciendo un amago de chutar contra el preparador físico del Sporting, Gerardo Ruiz, cuando estaba dirigiendo el calentamiento de sus jugadores en la banda.

Mou los cabrea a todos y él mismo vive en permanente cabreo

No, Preciado no es el culpable

Desde el R. Madrid tuvieron la desfachatez de intentar convertir a Manolo Preciado en el malo de la película: se afanaron en ofrecer un comunicado oficial contra el cántabro tras calificar éste de 'canalla' a Mou. Pero Preciado no es culpable de nada. En todo caso, de haber callado desde que en septiembre el luso ya le acusó de 'tirar' el partido ante el Barça