Apareció la mano blanca

Apareció la mano blanca
Josep Maria Artells Periodista

Piqué ya lo dijo. El Barça tiene que hacer mucho más para ganar y lograr títulos. Se demostró ayer en el Bernabéu, en un escenario que recordó las noches de la Champions aunque el visitante fuera el modesto Murcia de Iñaki Alonso. El Real Madrid encarriló la eliminatoria copera gracias a un regalo arbitral de esos que sonrojan a los propios partidarios. El segundo gol de Higuaín fue un fuera de juego escandaloso de Sergio Ramos que estaba estorbando y haciendo falta al portero pimentonero Dani pero que Paradas Romero ignoró. Piqué confirmó todos los temores. El Madrid no podía fallar otra vez ante un Segunda B y se impuso por un 5-1 que será inconstestable pero que chirría. 17 años sin ganar la Copa ya son demasiados y, como sospechaba el central blaugrana, una mano blanca apareció por si acaso.

Cirugía blaugrana

El Barça no necesita del mago Juan Tamariz para hacer desaparecer la deuda y reducir la mochila de 79 millones heredada. Ya hubo suficientes ilustres aprendices de brujo en la época reciente. La transparencia empieza por el rigor. No se puede proclamar transparencia si el Barça sigue instalado en el 'todo vale'. Todos los grandes clubs se enfrentan a la crisis global que afecta a ciudadanos, instituciones y empresas, pero el Barça se enfrenta también a una segunda crisis económica, la derivada del dispendio que la Asamblea certificó. Así pues, no queda otra que emplear la cirugía para soltar lastre y en eso está el duro, austero y estoico Antoni Rossich tras detectar duplicidades y áreas sobredimensionadas

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