El avión modelo A-312 que trasladó al Barça a Copenhague fue elegido en teoría a medida en función de las necesidades del primer equipo, que sobre todo exigía un determinado número de plazas de primera clase para que, como siempre, las piernas de los futbolistas, el activo más valioso del club, sufrieran lo menos posible durante las dos horas largas de vuelo.

El RACC, la actual agencia de viajes oficial del club y responsable de la logística de todos los desplazamientos, se lo quedó también porque además era lo bastante amplio para el resto de la expedición, integrada por directivos, cuerpo auxiliar, acompañantes y hasta 54 seguidores junto a la habitual legión de periodistas. Lo que ignoraban todos, según admitió el propio organizador, era que sobre la nave estaba rotulado el nombre y el escudo de un equipo portugués, el Sporting Clube de Braga, el mismo que eliminó al Sevilla en la fase previa de la Champions este verano.

La compañía HiFly, contratada para la ocasión, tiene pocas posibilidades de repetir en un viaje del Barça después de lo ocurrido, que puede ser evaluado sólo como un detalle que no afectaría a cualquier otro vuelo charter si no fuera porque el mejor equipo del mundo, el FC Barcelona, es quien iba a bordo y a realizar el trayecto entre Barcelona y la capital danesa. Otras veces el Barça ha volado en aparatos patrocinados por empresas de diferentes ámbitos de actividad, pero resulta evidente, en este caso, la incompatibilidad estética y formal.

La agencia de viajes oficial del club, el RACC, se apresuró a dar las oportunas y necesarias explicaciones al presidente azulgrana. Nadie les había alertado sobre la publicidad del avión, que por supuesto no es propiedad del club portugués, la misma nacionalidad de la tripulación responsable del buen funcionamiento del avión. No consta, al menos, que ni Cristiano Ronaldo ni Figo ni Mourinho hubieran viajado en la misma nave recientemente.

El FC Barcelona firmó la temporada pasada un acuerdo con Turskish Airlines para realizar sus vueltos internacionales, además de convertir a la compañía aérea turca en uno de sus patrocinadores principales. Sin embargo, las leyes restrictivas y protectoras de la comunidad europea en materia de vuelos comerciales se lo impiden a menos que el trayecto incluya una escala en Estambul, sede de la compañía, hasta que Turquía se convierta en miembro de pleno derecho de la Unión Europea.

Por otro lado, no todos los futbolistas viajaron en primera clase puesto que el avión sólo disponía de 18 plazas de esta categoría, algunas reservadas para presidencia y staff técnico

Una relación a punto de extinguirse

El RACC, agencia de viajes oficial del Barça los últimos años, que ha organizado entre otros desplazamientos masivos los de las finales de París y de Roma, tiene firmado con el Barça hasta el 31 de diciembre, fecha en la que probablemente concluya la relación ya que no parece haber interés mutuo en prolongarla, no al menos en la amplitud y alcance de los servicios prestados hasta ahora, pues el RACC también es distribuidor de entradas. La nueva directiva estudia con otras agencias crear un ‘implant’ de una gran agencia dentro del club para que sus socios se beneficien de los mejores precios sin recargos y con facilidades para pagar a plazos. Las últimas noticias apuntan a que las primeras pruebas se harán el primer trimestre del próximo año