Dani Alves es único. El incansable lateral no sólo destaca por su trabajo y sus asistencias dentro del campo, sino que también se ha hecho famoso dentro del vestuario azulgrana por animar la fiesta junto a Piqué. Alves posa sin complejos para MD ejerciendo de improvisado DJ y deja claro que la música que escucharán los aficionados del Barça de aquí a final de temporada será de su agrado. Además, Dani habla de la etiqueta de teatrero que le han colgado, de su renovación, del Balón de Oro y de su receta para llegar hasta los 34 años como hasta ahora.

¿Cómo lleva lo de ser el malo de la película después de ser agredido?

La cosa tiene gracia. Me pegan a mí y yo soy el teatrero. Para una vez que me dan de verdad... (risas).

¿Qué pasó con Ponzio?

En la imagen no se ve mucho porque él no hizo un movimiento muy brusco, pero me pegó fuerte. Me dejó la oreja roja y tengo un bulto detrás. Algunos dicen que fue una collejita, pero si quieren yo les doy igual a ver si duele o no. Yo me miro a mí mismo con ojo crítico y si veo que hago una tontería que no está bien, rectifico.

¿Y cuando ha repasado sus vídeos ha visto algo que no le gustara?

Sobre todo en el Sevilla, aquí no tanto. Lo malo es que te pongan un cartel. Hay mucha gente que hace lo que hago yo, pero el cartel de teatrero es para mí. Antes, cuando me pegaban, me caía y daba vueltas en el suelo, lo reconozco, pero de eso hace mucho tiempo, ahora no lo hago.

Por cierto, ¿le gusta el teatro?

Sí, me gusta. Lo seguía sobre todo en Brasil, donde los actores de teatro hacen también telenovelas.

Está en la lista del Balón de Oro. ¿Cómo lo ha recibido?

Es un honor para mí porque significa que la gente del fútbol te valora entre tantos futobolistas como hay.

¿Cuál es su candidato a ganarlo?

No sé qué pesa más, si el Mundial o la temporada. Sifuese por el Mundial, yo se lo daría a Iniesta porque marcó el gol más importante de la historia del fútbol español. Si es por la temporada, se lo daría a Messi. Por la cantidad de goles que marcó y porque para ser el mejor del mundo tienes que ser diferente y no hay otro igual que Leo en el mundo. Como tampoco los hay como Iniesta o Xavi.

¿Se quedó tranquilo viendo a los canteranos en Ceuta?

Claro que sí, la gente que fue lo hizo muy bien. Somos una plantilla más de calidad que de cantidad, y los chavales tienen calidad para competir.

¿Y al Madrid lo ve superior al de la pasada temporada?

El Madrid siempre crea mucha expectativa. Para mí son igual de competitivos que el año pasado. Venga quien venga siempre lo serán.

Mourinho dijo hace unos años que Messi hacía teatro. A lo mejor le da por decírselo a usted...

Como él dijo, mira mis ojos, hace una semana que no duermo pensando en que me llamen teatrero. Bueno, mejor pon quince días (risas).

Quizás este Madrid era lo que les faltaba para seguir motivados...

Siempre que hay alguien que te exija, más atento vas a estar. Quizás nos faltaba ir detrás de otro equipo para poder despertar y pensar que tenemos que hacerlo muchísimo mejor que el año pasado. Es el momento de estar por detrás y ojalá cuando llegue el tramo final estemos por delante. El Barça es un club tan grande que aquí no hay memoria. Si quieres seguir siendo parte de este club tienes que ganar y ganar, porque si no ganas al final se pasa página.

¿Qué le pasa al equipo en casa?

Antes, ocasión que teníamos, ocasión que enchufábamos. Este año la para el portero o va al palo. Por eso, cuanto más tarda en llegar nuestro gol, más crece la negatividad y más te aceleras y te precipitas y se acaba pagando.

¿Y el antídoto contra eso?

Seguir concentrado en que la meterás, cabrearte cuando fallas y no bajar nunca los brazos. Cuando la pelota entra todo es más fácil, porque los rivales salen de su área a intentar empatar y hay más espacios. Pero que la gente esté tranquila, vamos a seguir divirtiéndonos.

Usted pidió más mala leche ante portería. ¿La que le faltó en Zaragoza ante Doblas?

Ahí me faltó mala leche y me estuve arrepintiendo todo el partido de haber fallado esa ocasión. Pero no me esperaba el balón y cuando lo controlé ya tenía al portero encima.

Y de su faceta de Disc Jockey en el vestuario, ¿qué cuenta?

No pongo una música concreta. Tenemos un variado muy bueno, pero no me sé el nombre de la música. Un amigo me pone las canciones en el Ipod y allí sólo sale Pista 1, Pista 2... No sé de quién son, pero es una música bastante alegre, marchosa y hay para todos los gustos. La música brasileña la guardo para el coche

"Me veo jugando de lateral hasta los 34 años"

Alves ha jugado ya 501 partidos oficiales como profesional, y eso que sólo tiene 27 años. Medio en serio, medio en broma, asegura que se conforma “con jugar 500 más”. En todo caso, le encantaría colgar las botas en el Camp Nou. “Prefiero acabar en el Barça a que el Barça acabe conmigo”, dice entre risas. Es tal la confianza en sus posibilidades que asegura que “me veo jugando de lateral hasta los 34 años porque en casa aún tengo mucha gasolina. A partir de los 34 a lo mejor avanzo mi posición”. La clave de su excelente forma física la resume en dos palabras: “Cuidarse mucho”. Y añade: “En casa las mujeres siempre están un poco a dieta y yo como lo mismo. Pero como de todo, pescado, carne, muchas ensaladas, pasta y mucha verdura. De postre tomo fruta y yogures, de dulces nada. Los dulces, sólo en las vacaciones”. Lo curioso del caso es que no se engorda ni en verano: “Este año volví de las vacaciones con 500 gramos menos de lo que pesaba antes. En verano no soy de ir a correr, pero juego con los amigos a fútbol y con los niños no paro. El niño es un terremoto. Con ese ritmo de vida en vacaciones no me da tiempo ni de engordar”