No pinta bien la Copa Davis 2011 para el equipo español, aunque dependerá del grado de implicación y disposición de Rafa Nadal y compañía para valorar en cada eliminatoria el objetivo real del grupo. Como dice el capitán, Albert Costa, si todo el equipo está mentalizado, el potencial de nuestros jugadores es enorme. Los títulos de 2008 y 2009 así lo avalan, con nueve eliminatorias seguidas ganadas hasta el tropiezo en Francia (5-0).
Será de inicio un camino a domicilio porque España se estrenará en Bélgica, del 4 al 6 de marzo, y ya sabe asimismo que deberá viajar de nuevo si se clasifica para cuartos (8-10 de julio) al territorio del vencedor del Chile-Estados Unidos, previsiblemente este último dada la baja de Fernando González. Es justo después de Wimbledon, un momento complicado en el calendario de Rafa Nadal.
La presencia o no del número uno mundial, inédito en la Davis de 2010, condicionará la formación de Albert Costa, que definió la confrontación en Bélgica de complicada porque jugar como visitante siempre pone las cosas más difíciles en la Copa Davis. Tienen jugadores peligrosos, con mucha experiencia.
Los belgas, que ya han descartado la tierra batida y han asegurado que se competirá en pabellón cubierto, cuentan con los veteranos Xavier Malisse (55º tenista mundial), Olivier Rochus (29º) y Christophe Rochus (186º) más Steve Darcis (119º), Ruben Bemelmans (262º) y Kristof Vliegen (307º). El doblista Dick Norman, 39 años, no ha sido convocado desde 2007 pese a que ha llegado a ser finalista de Roland Garros con el surafricano Wesley Moodie.
Son tenistas correctos, que han vivido mejores momentos, sólo inferiores en rápida e indoor si los españoles rinden al máximo. Bélgica salvó la categoría batiendo a Australia por 3-2, en cancha dura al aire libre. En la ronda inaugural del Grupo Mundial fue presa fácil de la República Checa, 1-4, sobre tierra batida.
En este tipo de pista se dio el anterior duelo entre españoles y belgas, con 5-0 para los hispanos en Sevilla, en 2003. Sólo se vieron una vez las caras en tierras belgas, pero en un lejano 1930.
El equipo que capitaneará Albert Costa por tercera edición consecutiva partirá como favorito en un país más acostumbrado a dirigir sus miradas al tenis femenino, a las andanzas de Justine Henin, valona, y Kim Clijsters, flamenca, una rivalidad renovada desde que una y otra decidieran dar marcha atrás en sus prematuras retiradas.
En Chile, sin González, EE.UU. se postula para pasar ronda. Patrick McEnroe se despidió del puesto de capitán garantizando la permanencia con victoria en Colombia, en polvo de ladrillo. Mardy Fish, Sam Querrey y John Isner tomaron el relevo de Roddick, Blake y los Bryan. Una nueva era se abre en el combinado USA