El 'hongo' se llama Cristiano Ronaldo

Hubo pitos para un CR7 fallón y grandes ovaciones para Ozil y el súper campeón Nadal

El 'hongo' que ha devastado buena parte del césped del Bernabéu ya está identificado: se llama CR7. Cristiano Ronaldo jugó desquiciado y estuvo fatal, como un terreno de juego que tendrá que ser replantado tras la visita liguera del próximo martes del Espanyol a Chamartín. La nueva hierba le costará 300.000 euros al Madrid y vendrá de Holanda, quizás para empezar a 'aclimatarse' al tapete verde del Amsterdam Arena, que el equipo blanco pisará el 23 de noviembre.

Cristiano ya suma 270 minutos oficiales sin ver puerta. Y como siga por estos derroteros, no marcará hasta el 2011 como poco. El luso ofreció todo su repertorio individualista y 'chupón', lo que le costó escuchar algunos pitos. Y que no se queje CR7, porque de las gargantas de los aficionados merengues salieron anoche más gritos de ánimo que silbidos.

Obsesionado con Messi

Lo peor que le pudo pasar a CR7 es que, sólo 24 horas antes, Leo Messi bigoleara al Panathinaikos en el Camp Nou en otra de sus ya habituales actuaciones estelares. El futbolista luso está obsesionado con emular al súper crack argentino, pero a día de hoy se encuentra a años luz del 10 del Barça.

Cristiano no logró redimirse de su mal partido del sábado contra Osasuna, a pesar de que lo intentó por todos los medios. Sólo le faltó chutar desde el vestuario. El portugués, peleado con el gol, acabó desesperado. En el último instante del partido, CR7 Ronaldo erró un gol clamoroso con la portería vacía, la confirmación de que el portugués necesita una urgente recuperación, como el maltrecho césped del Santiago Bernabéu, que el luso abandonó cabizbajo.

Quien realmente transformó los pitos del sábado en aplausos fue Mesut Ozil, un jovenzuelo de ojos saltones que empieza a ganarse, y de qué manera, al exigente Bernabéu. El internacional alemán es un futbolista de talento y sacrificio que juega para el colectivo y que choca con el individualista CR7. Ozil es el 'faro' queactualmente ilumina a este Madrid que camina entre luces y sombras.

Ozil se llevó la gran ovación de la noche. La otra fue para el tenista Rafa Nadal, flamante campeón del Abierto de Estados Unidos, que presenció el encuentro en el palco junto a Florentino Pérez. El manacorí, ya con nueve títulos de 'Grand Slam', el mismo número de Copas de Europa de su querido Madrid, fue aplaudido durante casi tres minutos por el Bernabéu. El Real quería homenajearle justo después del himno y antes del saque inicial. Sin embargo, la UEFA, muy estricta con este tipo de 'pesebres', sólo permitió al club blanco hacer el acto 20 minutos antes del comienzo del partido

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