Tras dieciséis años haciendo el tonto y pagando su prepotencia y su ceguera ante el progreso del basket internacional, Estados Unidos vuelve a reinar en el planeta baloncesto. Los NBA de Mike Krzyzewski confirmaron los pronósticos superando ayer sin excesivos problemas a Turquía en la gran final (64-81), lo que les sirvió para hacerse con una medalla de oro que no se colgaban desde 1994. Han tenido que pasar cuatro Mundiales desde la lejana cita en Canadá para que USA se diera cuenta de que ya no le basta con poner a sus jugadores en pista. Ahora necesita que formen un equipo.
Algo que Mike Krzyzewski ha acabado consiguiendo. El primer paso fueron los Juegos Olímpicos de Pekín'2008, donde los estadounidenses recuperaron el oro que se les negó en Atenas y en el Mundial de Japón'2006. Pero esta vez tiene más mérito, ya que los Bryant, James, Howard, Wade y compañía, las megaestrellas que sudaron tinta para derrotar a España en aquella ya mítica final, han preferido quedarse en casa y el técnico ha tenido que tirar de jugadores de segundo nivel. Buenos, muy buenos, pero a años luz de las estrellas que los precedieron hace dos años. Salvo uno: Kevin Durant.
Tras las numerosas renuncias, el joven alero de Oklahoma City llegaba a Turquía como líder absoluto del equipo, responsabilidad que su propio técnico le colgó. Algunos pensaban que era una carga demasiado pesada para un chico de 21 años, pero se equivocaban. El máximo anotador de la pasada temporada NBA ha demostrado estar listo para el reto, tirando del equipo con su impresionante arsenal ofensivo y erigiéndose en el clarísimo MVP del Mundial. Ante Rusia en cuartos de final anotó 33 puntos y en semifinales se fue hasta los 38 frente a Lituania. Ayer se quedó en 28 porque no hicieron falta más. Los 20 que anotó en la primera mitad dieron el control a su equipo al descanso (32-42) y los dos triples seguidos que clavó al regreso del vestuario dejaron el partido sentenciado. A partir de ahí, Durant dejó que sus compañeros también disfrutaran de sus minutos de gloria. Eso sí, sin abandonar la pista, en la que estuvo 39 minutos y 18 segundos.
Un equipo sin egoísmos
Durant ha sido decisivo para el éxito de Estados Unidos pero la segunda gran razón de su oro es el espíritu de equipo. Los doce jugadores han asumido sin problemas su rol, fuera mayor o menor, sin egoísmos ni tics de estrellas consentidas, algo de gran mérito en una plantilla con diez jugadores menores de 25 años.
Turquía sólo aguantó ayer mientras las gradas la llevaron en volandas. Los ánimos de los más de 15.000 espectadores que abarrotaban el Sinan Erdem Dome le dieron el impulso inicial para plantar cara e incluso ponerse por delante en el minuto 7 (17-14). Pero un parcial de los americanos de 0-11 a caballo entre los dos primeros cuartos enfrió el infierno turco y dio la tranquilidad suficiente a los NBA para controlar a partir de ahí sin problemas, apoyados en la puntería de Durant y en la buena defensa que han mostrado a lo largo de todo el torneo. Un nuevo parcial de 0-8 al regreso del vestuario dejó la final prácticamente decidida cuando faltaban todavía 18 minutos para la bocina definitiva (32-50). Sin embargo, Estados Unidos continuó igual, sin dejarse llevar como otras veces o jugar para la galería. Nadie empezó a celebrarlo hasta que se entró en el último minuto, otro ejemplo de lo que ha conseguido este equipo.
Un equipo poco brillante pero que se ha llevado el oro de Turquía con menos problemas de los que se preveía. Sólo Brasil le puso en apuros en la primera fase (70-68). España también le trató de tú a tú en el amistoso de Madrid (86-85) pero, por desgracia, después en Turquía no se ganó la oportunidad de volver a desafiarles. Y nunca sabremos ya qué habría pasado si los dos se hubieran visto las caras ayer
Un gran Kleiza lleva al bronce a Lituania
Lituania se confirmó como la gran sorpresa del campeonato al superar con claridad a Serbia (88-99) y llevarse así una medalla de bronce a la que casi nadie le daba opciones antes de iniciarse el torneo. A pesar de las numerosas bajas (Siskauskas, Kaukenas, los hermanos Lavrinovic, Jasikevicius), el equipo báltico ha completado un torneo espléndido apoyado en un juego rápido con gran protagonismo del tiro exterior. Linas Kleiza ha sido su gran líder y ayer volvió a demostrarlo con 33 puntos. Serbia sólo mandó en el primer cuarto (15-9) pero luego se fue diluyendo ante un rival mucho más agresivo y motivado, que al descanso ya mandaba con claridad (38-48) y que sentenció en el tercer cuarto(54-72)
CLASIFICACIÓN Y PALMARÉS
1. Estados Unidos
2. Turquía
3. Lituania
4. Serbia
5. Argentina
6. ESPAÑA
7. Rusia
8. Eslovenia
9. Brasil
10. Australia
11. Grecia
12. Nueva Zelanda
13. Francia
14. Croacia
15. Angola
16. China
MUNDIALORO----PLATA--BRONCE
1950--Argentina--EE.UU.--Chile
1954--EE.UU.--Brasil--Filipinas
1959--Brasil----EE.UU.--Chile
1963--Brasil----Yugoslavia--URSS
1967--URSS----YugoslaviaBrasil
1970--YugoslaviaBrasil--URSS
1974--URSS----Yugoslavia--EE.UU.
1978--YugoslaviaURSS--Brasil
1982--URSS----EE.UU.--Yugoslavia
1986--EE.UU.--URSS--Yugoslavia
1990--YugoslaviaURSS--EE.UU.
1994--EE.UU.--Rusia--Croacia
1998--YugoslaviaRusia--EE.UU.
2002--YugoslaviaArgentinaAlemania
2006--ESPAÑA--Grecia--EE.UU.
2010--EE.UU.--TurquíaLituania