"Villa, siempre serás nuestro hermano"

"Lo llevaremos siempre en el corazón", agradecen los familiares

La camiseta pasa de mano en mano en San José, todos quieren tocarla, hacerse una foto

La carretera que lleva a la mina es angosta, el taxista que nos lleva no supera los veinte kilómetros por hora - “la semana pasada volcó un auto con españoles”, cuenta-, el piso es de tuchiquita, un material mezclado con sal que evita que los camiones que bajan de la mina se despeñen. 10 grados en Copiapó, frío húmedo, intenso. Las pancartas aparecen en el recorrido. La radio pasa continuamente una canción cueca dedicada a 'los 33', dice la estrofa: “Todo Chile se une y el mundo entero, que viva los mineros de cobre y oro”. En Copiapó todo el mundo vive de la mina o de la uva. La Mina de Santa Fé es la que mejor fama tiene, el empresario Leonardo Farca subió al pozo San José para entregar un cheque de 5 millones de pesos para los mineros sepultados. Hizo más, abrió una cuenta para que otros empresarios ingresen dinero para estos mineros, todo para que cuando salgan nunca más tengan que volver a la mina.

Dos controles policiales verifican que seas familiar o periodista. Dos controles que explican el caos inicial, cuando después de descubrir que 'los 33' estaban vivos llegaron hasta aquí 100 medios locales y 90 corresponsales de prensa de fuera del país. Locura será cuando salgan, de hecho los especialistas de la NASA temen más por el día después que por los tres meses sepultados, los mineros están habituados a vivir bajo tierra pero no a la fama o la presión mediática.

“Fuerza mineros”, reza una pancarta y allá a lo lejos, a lo alto de la mina, banderas chilenas, cada una de ellas con el nombre de cada uno de los mineros que luchan día a día para aguantar.

Tiendas de campaña divididas acogen a las diferentes familias. Han habilitado una zona para los juegos de los niños y un comedor donde almuerzan todos unidos. La organización es buena. La camiseta de Villa pasa de mano en mano entre los familiares, todos quieren tocar la camiseta “del hermano Villa, lo llevaremos siempre en el corazón”, todos saludan que el Barça esté aquí, “que esté aquí también UNICEF gracias al Barça…”.

Los policías también quieren una fotografía con la camiseta, la intendencia, los voluntarios, los choferes, sienten que Villa está aquí, en la mina, con todos ellos. El sol aparece y pega con fuerza. Crema protectora y 32 grados de temperatura. Así es el desierto. Unos familiares se animan a tocar la guitarra para hacer más llevadera la espera, larga espera, dos meses más hasta que puedan rescatar a sus familiares.

Ayer se activó un plan C. 42 camiones llegaron a la mina para montar una especie de plataforma petrolera que permitiría abrir un nuevo túnel aún más rápido.

La arena entra en los ojos, te seca la piel, agua, por favor. Periodistas de medio mundo graban la camiseta de Villa y la entrega a Carolina y Darwin Contreras. Gestos como estos ayudan a los mineros. Todos lo saben. Por eso Villa queda siempre aquí, en la Mina San José, en la retina de cada uno de esos familiares que esperan. Ya no hablan de milagro. El milagro es que estén vivos. Ahora sólo hablan de esperanza porque pronto, lo antes posible, puedan abrazar a sus familiares.

Una camiseta para todos

La camiseta 'Ánimo Mineros' quedará para siempre en la mina, la familia de Franklin Lobos tiene una camiseta de Villa y pidió que cada uno de los mineros pudiera conservar otra camiseta de Villa como recuerdo. El delantero del Barça se ha convertido en imagen de la solidaridad del mundo hacia los mineros sepultados en San José

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