Entre rebelarse poniendo malas caras o hacerlo en el terreno de juego, Zlatan Ibrahimovic parece haber elegido lo segundo, y eso no es poco atendiendo a su biografía.
El delantero sueco, esquivando los comentarios acerca de su posible salida y de las elocuentes ambigüedades que surgen del FC Barcelona, está afrontando la pretemporada desde el inicio asumiendo como corresponde a un profesional de élite su condición actual. Sabe que solamente rindiendo con goles y con buen fútbol podrá revertir una situación que le ha colocado este verano en duda permanente desde el primer momento. Su gol del sábado en Sevilla, el que le abre la puerta de la remontada al Barça en la Supercopa, le coloca con tres tantos como el máximo goleador del verano culé. A ello se une su partidazo con Suecia, con gol incluido. Buen inicio para tratar de cambiar el estado de opinión.
Su evolución -o involución, mejor dicho- en el Camp Nou ha sido tan meteórica como difícil: llegó hace apenas un año como el fichaje más caro en la historia del club y doce meses después tiene colgado el cartel de transferible, cedible o lo que sea, con tal de asegurar la paz social en un vestuario que si de algo anda sobrado es de '9'. Recién ganada la última Liga, de la que Ibra quedó claramente relegado en el tramo final, el Barça fichó por 40 millones de euros a un ariete de talla mundial como David Villa. Por si no había captado aún el mensaje, una reunión con Pep Guardiola tras las vacaciones debía servirle a Ibrahimovic para entender con buenas palabras que su futuro ya no pintaba en azul y grana. Lo cierto es que de aquella cumbre con el técnico azulgrana, Ibra se quedó con la parte del mensaje que más le interesó y acabó diciendo ante la prensa que el mister me ha dicho que soy importante y los importantes juegan. Ha sido su único comentario subido de tono del verano, puesto que a partir de entonces Ibra se ha aplicado a intentar conquistar a su entrenador en los entrenamientos y en el campo, empeño en el que aún está metido, visto lo visto.
Porque ahora su desafío es mucho mayor que el que tuvo hace un año. Entonces 'solamente' tenía que justificar que estaba a la altura de una operación de 46 millones de euros más el traspaso al Inter del jugador de los 36 goles, Samuel Eto'o, pero el sueco tenía meses de crédito para lograr ese objetivo. Hoy, en cambio, ya no tiene ese crédito. De hecho, cada día va a estar a examen, como lo están los canteranos que aspiran a quedarse en la primera plantilla. Y eso, si antes de fin de mes el Barça no da con ese equipo que asuma la mayor parte de su ficha de 12 millones de euros. La pasada semana MD desveló que desde los despachos del Camp Nou aún se está intentando colocar a Ibra, con el Manchester City como mejor postor y el Milan aguardando su oportunidad. Ibra repite una y otra vez que se quiere quedar en el Barça. Si juega siempre como lo hizo el sábado ante el Sevilla quizás aún lo consiga
El mejor, en la web de MD
Un 61% de los internautas de Mundo Deportivo creen que Zlatan Ibrahimovic fue el mejor jugador del Barça en el partido de ida de la Supercopa ante el Sevilla, con una abismal distancia respecto a Maxwell y Dani Alves, a quienes respaldaron un 8% respectivamente de los votantes. El 51% cree que el Barça remontará en la vuelta