Ibrahimovic tiene la palabra

Si el delantero diera su visto bueno, jugaría en el City esta temporada

Las gestiones están en marcha, ratifican a Mundo Deportivo fuentes del club

Faltan poco más de dos semanas para que se cierre el mercado de fichajes y Zlatan Ibrahimovic continúa estando en el escaparate. Lo avanzó ayer MD, que pudo ratificar de fuentes del FC Barcelona que las gestiones para colocar al delantero sueco en una operación de cesión o trueque, llevadas en absoluto secreto por el presidente Sandro Rosell y su vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu, están en marcha. Ello no quiere decir, sin embargo, que Ibra vaya a salir sí o sí de la plantilla. De hecho, la última palabra la va a tener el jugador. En ese sentido, la situación no ha variado en estas últimas semanas. Cuando en julio el Barça empezó la pretemporada, Pep Guardiola se reunió durante 45 minutos con Ibrahimovic para explicarle su situación y luego, ante la prensa, el técnico admitió que a partir de ese momento la decisión de continuar en el Camp Nou o procurarse nuevos horizontes era ya cosa del futbolista. Desde un primer momento Ibrahimovic se quedó con la parte que más le beneficiaba de su conversación con Guardiola, la que le colocaba en situación de luchar de igual a igual por un puesto en el equipo titular. Por eso Ibra dijo públicamente aquello de que “si Guardiola me ha dicho que soy importante, es que jugaré”. Y, por ahora, Ibrahimovic no ha dado síntomas de haber variado su planteamiento, pese a que es obvio que su papel en el equipo, en apenas un año, ha pasado del de crack indiscutible a suplente en el tramo final de la temporada anterior. Por si fuera poco, el Barça acaba de fichar para su posición a un goleador de talla mundial como David Villa.

Con cuatro años de contrato por delante, a Ibrahimovic se le presenta ahora la oportunidad de decidir si prefiere continuar así en el Barça o aceptar la 'invitación' de emigrar un año al City, por lo visto el único club del momento capaz de afrontar la mayor parte del pago de la elevadísima ficha de Ibra, que alcanza los 12 millones de euros anuales. El Milan, sin blanca, le da vueltas al asunto porque no sabe cómo financiar la llegada de Ibra. Porque esa es la condición 'sine qua non' del Barça: ya que nadie puede pagar un traspaso que le sirva al club azulgrana para ayudar a amortizar la monumental inversión que se hizo hace un año, al menos que haya un club que se comprometa a pagarle el sueldo al sueco. El Barça siente que esta operación, si se hace, debe ser presentable a ojos de la afición culé. Por eso, solamente se llevará a cabo cuando el City asuma la mayor parte de la ficha de Ibra. Otra posibilidad pasa por un trueque. Robinho es el anzuelo del City, el jugador que le sobra en su plantilla y que en su día sí interesó al Barça. Pero ahora, y una vez no se hizo el fichaje del prioritario Cesc Fàbregas, Guardiola continúa creyendo que con la cantera le basta para afrontar su tercera temporada. El excedente de plantilla del Barça -Martín Cáceres, Alexander Hleb- también está en el expositor por si el City quiere servirse.

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