El Valencia es incapaz de ganar en el triangular de Palermo

El Valencia no enmendó en Sicilia la mala imagen ofrecida el pasado fin de semana en sus dos amistosos en Inglaterra, ya que el equipo de Unai Emery se mostró de nuevo decepcionante y sin saber a lo que juega en el torneo tres por uno que disputó ante el Palermo, que se proclamó vencedor, y el Nápoles.

El equipo valenciano tiene mucho que mejorar en su puesta a punto para la liga, ya que entre los dos duelos apenas creó un par de ocasiones de peligro y en defensa demostró deficiencias y alarmantes lagunas de concentración que les costaron los dos goles que le marcaron. En el primer encuentro, el Valencia salió entonado y se vio favorecido nada más comenzar por un más que riguroso penalti cometido sobre Roberto Soldado, que el propio ariete valenciano se encargó de convertir en gol para acabar con la sequía anotadora del equipo en los tres anteriores amistosos.

Apenas unos minutos después el conjunto español pudo ampliar su renta, en una nueva conexión entre Feghouli y Soldado, pero el claro remate del delantero fue despejado por el meta De Sanctis en una buena intervención. La fogosidad ofensiva del Valencia se fue apagando poco a poco ante un Nápoles que tomó el mando del partido pero que apenas inquietó en ataque.

La línea de creación valencianista apenas apareció. El argentino Tino Costa sigue sin asumir los galones que se le presuponen y el equipo se resiente. En pleno tedio, un error garrafal en cadena de la línea defensiva valencianista fue aprovechado por Maiello para lograr el empate (1-1).

El duelo entre los dos equipos italianos acabó con triunfo por la mínima del Palermo, gracias a un gol de Maccarone, que provocó que en el último duelo entre el equipo local y el Valencia, que presentó diez jugadores diferentes de los que jugaron ante el Nápoles, se pusiera en juego el título.

El conjunto siciliano salió mucho más decidido que el Valencia desde el inicio y sólo la buena actuación del joven guardameta Guaita impidió al Palermo adelantarse pronto en el marcador. El cambio de futbolistas en el Valencia no supuso un cambio en su juego. El equipo de Emery se mostró carente de ideas y sin saber manejar en ningún momento el partido, lo que provocó que apenas inquietara al equipo italiano, que encontró el gol en un saque de esquina en el que Pinilla se adelantó a David Navarro y cabeceó a la red para adjudicarse la victoria (1-0) y el torneo.

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