Mae, la violinista olímpica

Millonaria con la fusión de música clásica y pop, quiere esquiar en Sochi 2014

La violinista y ex niña prodigio Vanessa Mae, un fenómeno musical en el mercado anglosajón, cautivó al mercado discográfico a mediados de los noventa con una fórmula novedosa: la mezcla del violín clásico con ritmos pop y techno. Con millones de discos vendidos, Mae no ha aparcado su carrera musical, pero ahora tiene un nuevo reto: representar a Tailandia en la modalidad de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 en Sochi (Rusia). Esquiadora vocacional, reside junto a los Alpes suizos, en Zermatt, donde practica con asiduidad. Ahora quiere ser algo más que una esquiadora de fin de semana.

Mae, de padre tailandés y madre china, nació en Singapur hace 31 años y se instaló en Londres de pequeña tras el divorcio de sus padres. Recibió la vena musical de su madre, pianista clásica. Fue considerada una niña prodigio, 'la pequeña Paganini', la alumna más joven del conservatorio de Pekín con sólo ocho años. A los 13 fue también la solista más joven en grabar los conciertos para violín de Beethoven y Tchaikovsky. Su precocidad le dio fama mundial, y ella la aprovechó para popularizar un concepto moderno del violín que escapaba de la música clásica .

Su propósito olímpico se descubrió el pasado fin de semana en una entrevista al Sunday Telegraph. Mae habla con toda seriedad: “Comencé a esquiar al mismo tiempo que a tocar el piano, con cuatro años, antes de pasarme al violín con cinco”, explica. “No es que vaya a dejar la música. Ésta será siempre mi gran pasión. Siempre estarán los conciertos, pero ya no voy a seguir grabando un álbum al año como en mi adolescencia. Esas giras se convirtieron en una rutina. A los 20 años ya no disfrutaba con ellas”, confiesa Mae.

“Es mi sueño, y espero que la gente lo comprenda que haré todo lo que esté de mi parte. Incluso para poder participar en los Juegos tengo antes que calificarme para los Mundiales de 2013 y el listón está muy alto”, previene. “Sé que voy a estar siempre por debajo de los mejores. No tengo posibilidades reales de representar al Reino Unido, pero me han aceptado para representar a Tailandia”, gracias al pasaporte de su padre

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