El viaje de la pequeña Laura Dekker

La vuelta al mundo en solitario de esta chica, de sólo 14 años, abre un debate ético

En los últimos meses se ha puesto de moda que menores de edad se lancen a la aventura de dar la vuelta al mundo a vela en solitario. Se ha creado una especie de carrera de precocidad para entrar a formar parte de la historia, para ver quién es el ser humano de menor edad capaz de dar la vuelta al mundo.

Primero fue la australiana Jessica Watson, que con 16 años consiguió completar la vuelta al mundo con salida y llegada desde la bahía de Sydney, sin escalas ni asistencia. Unos meses más tarde lo intentaba la estadounidense Abby Sunderland, pero ésta tuvo menos suerte, ya que en pleno Océano Índico fue sorprendida por un gran temporal que por poco no se la lleva por delante. Tuvo que ser rescatada después de estar más de dos días a la deriva.

La última en intentarlo es Laura Dekker, una niña holandesa de 14 años, que partió esta misma semana del puerto de Den Osse, en Holanda, camino de Portugal, que será su punto de partida oficial dentro de cuatro semanas. Dekker hará la vuelta al mundo por escalas y las Islas Canarias será uno de los puntos donde hará parada. En este tramo entra Holanda y Portugal le acompaña su padre Dick. A partir de la península ibérica, cuando inicie su travesía ya navegará sola.

La historia de Dekker está envuelta en polémica desde que el verano pasado se anunció que se lanzaría a esta aventura. Dekker desapareció durante tres días hasta que fue localizada en la isla caribeña de San Martín, en las Antillas Holandesas. En aquel momento un juez prohibió esta travesía y retiró a su padre parte de la custodia. Pero el pasado 27 de julio el caso dio un giro de 360 grados y la Corte de Middelburg levantó esa custodia y dio vía a libre al propósito de los Dekker.

El mar en los genes

Para este viaje, Laura asegura que sus progenitores la han preparado perfectamente: “Mis padres han recorrido el mundo en un barco y saben perfectamente cuáles son los riesgos y que no siempre todo sale bien. Me han preparado bien para navegar sin problemas”. Laura se defiende argumentando que nació en una embarcación y que aprendió a navegar desde pequeña. El barco de la niña es un Hurley 800 de 8,3 metros de eslora y 2,75 metros de manga.

El debate está lanzado: es o no apropiado que un menor de edad se lance a protagonizar este tipo de retos. Algunos especialistas son muy críticos. El cronista de Los Angeles Times T.J. Simers acusó de “abuso infantil” a los padres de Sunderland y cuestionó la aventura con una pregunta que puede ser válida para Dekker y sus dos predecesoras, ambas de mayor edad: “¿Por qué se permite a alguien de 16 años ponerse en peligro? ¿Por qué un padre permite una cosa así?”.

En los anteriores casos, las travesías de Watson y Sunderland se convirtieron en sendos negocios con una estrategia de marketing muy importante, que fue estudiada al milímetro por patrocinadores que obtuvieron un jugoso retorno. La juventud de sus protagonistas fue explotada en las nuevas redes sociales como blogs, twitter y facebook, etc. Ahora con Dekker empieza a ocurrir lo mismo. El negocio prima, y el circo mediático alrededor de deportistas menores de edad a la caza de récords de precocidad crece sin parar

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...