Los Alpes no mojan la pólvora

La mejor manera de motivarse que tienen los delanteros es marcando y los de la Real lo están consiguiendo en esta pretemporada. Iniciaron este periodo de preparación con un 0-3 ante el Elgoibar y ayer subieron la marca hasta los cuatro tantos (4-2). La nota positiva es que los puntas están encontrando los caminos del gol, algo que siempre llena sus depósitos de confianza.

Joseba Llorente volvió a dar muestras de su talento y de su instinto ayer ante el Dinamo Tirana. El primer balón que tocó, lo metió en la jaula, como hacen los delanteros de tronío. Corría el minuto 6 y en cuanto vio a Prieto en disposición de ponerla desde la derecha, se desmarcó hacia el segundo palo, donde cabeceó con potencia.

El de Hondarribia tenía hambre y creó dos ocasiones más antes del descanso. El ariete se revolvió en el vértice del área y lanzó un chut con rosca con la izquierda al ángulo que obligó al portero Hidi a lucirse. Sólo unos minutos después la rodilla del defensa Pisha impidió el tanto del '8' con el portero ya batido tras una bonita combinación entre Prieto y Dani Estrada.

Llorente dejó otros dos detalles que dan cuenta de su proceder sobre el terreno de juego. En una cesión al portero rival, corrió como un descosido, sin que nadie le apoyara en la presión, para forzarle. Y consiguió amedrentarlo y que la echara fuera. Y cuando un defensa albanés la envió fuera del campo, fue el primero que pidió a gritos un balón al banquillo para que el fútbol continuara.

No obstante, el máximo goleador de la pretemporada, por el momento, es Agirretxe, con tres tantos. Abrió su cuenta particular en Elgoibar y ayer explotó la debilidad de la zaga del Dinamo en los últimos minutos para anotar otros dos. El primero de ayer fue de empujar, porque Albistegi se lo dejó en bandeja, con ketchup y patatas. Y en el segundo, tuvo que superar al arquero en un uno contra uno, igual que en Mintxeta. Tras más de medio año sin marcar, ha comenzado inspirado. Quiere dejar atrás una campaña, la pasada, que salvo los dos primeros meses, dejó más dudas que certezas en su caso.

Viguera, por su parte, estrenó su marcador habitual. Pudo desplegar su fútbol de patio de colegio, de caños y excentricidades, en el último cuarto de hora. En su tanto, pinchó a la perfección un excelente envío en diagonal de De la Bella para marcar a placer. En toda la pasada precampaña no pudo marcar. Esta vez ya ha abierto la lata.

A la espera de un reputado goleador como Tamudo, que debutará el sábado, los delanteros autóctonos piden paso y presentan sus credenciales [TOPO]

La mejor manera de motivarse que tienen los delanteros es marcando y los de la Real lo están consiguiendo en esta pretemporada. Iniciaron este periodo de preparación con un 0-3 ante el Elgoibar y ayer subieron la marca hasta los cuatro tantos (4-2). La nota positiva es que los puntas están encontrando los caminos del gol, algo que siempre llena sus depósitos de confianza.

Joseba Llorente volvió a dar muestras de su talento y de su instinto ayer ante el Dinamo Tirana. El primer balón que tocó, lo metió en la jaula, como hacen los delanteros de tronío. Corría el minuto 6 y en cuanto vio a Prieto en disposición de ponerla desde la derecha, se desmarcó hacia el segundo palo, donde cabeceó con potencia.

El de Hondarribia tenía hambre y creó dos ocasiones más antes del descanso. El ariete se revolvió en el vértice del área y lanzó un chut con rosca con la izquierda al ángulo que obligó al portero Hidi a lucirse. Sólo unos minutos después la rodilla del defensa Pisha impidió el tanto del '8' con el portero ya batido tras una bonita combinación entre Prieto y Dani Estrada.

Llorente dejó otros dos detalles que dan cuenta de su proceder sobre el terreno de juego. En una cesión al portero rival, corrió como un descosido, sin que nadie le apoyara en la presión, para forzarle. Y consiguió amedrentarlo y que la echara fuera. Y cuando un defensa albanés la envió fuera del campo, fue el primero que pidió a gritos un balón al banquillo para que el fútbol continuara.

No obstante, el máximo goleador de la pretemporada, por el momento, es Agirretxe, con tres tantos. Abrió su cuenta particular en Elgoibar y ayer explotó la debilidad de la zaga del Dinamo en los últimos minutos para anotar otros dos. El primero de ayer fue de empujar, porque Albistegi se lo dejó en bandeja, con ketchup y patatas. Y en el segundo, tuvo que superar al arquero en un uno contra uno, igual que en Mintxeta. Tras más de medio año sin marcar, ha comenzado inspirado. Quiere dejar atrás una campaña, la pasada, que salvo los dos primeros meses, dejó más dudas que certezas en su caso.

Viguera, por su parte, estrenó su marcador habitual. Pudo desplegar su fútbol de patio de colegio, de caños y excentricidades, en el último cuarto de hora. En su tanto, pinchó a la perfección un excelente envío en diagonal de De la Bella para marcar a placer. En toda la pasada precampaña no pudo marcar. Esta vez ya ha abierto la lata.

A la espera de un reputado goleador como Tamudo, que debutará el sábado, los delanteros autóctonos piden paso y presentan sus credenciales [

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