Wenger siempre vende a sus cracks

El técnico alsaciano tiene un amplio historial de traspasos de sus estrellas en el Arsenal

Arsène Wenger puede hacerse el duro con Cesc Fàbregas y con el FC Barcelona, pero su fama le precede. Quizás esta vez no va de farol y realmente está muy enfadado por cómo llevó Joan Laporta sus intentos de fichaje del centrocampista de Arenys. Es posible. Sin embargo, los que se mueven en el 'planeta fútbol' desde hace más de 20 años saben que Wenger siempre acaba vendiendo a sus cracks. Las pruebas son evidentes y palmarias. Sólo hay que tirar de hemeroteca y ver los nombres de los protagonistas de los traspasos que ha realizado el club 'gunner' en los últimos diez años para descubrir que el técnico alsaciano suele ceder a los cantos de sirena de quienes desean a sus estrellas. Sin ir más lejos, este mismo verano ha vendido ya a uno de sus jugadores más mediáticos, Eduardo da Silva.

A Wenger no le asusta desprenderse de sus futbolistas porque tiene una confianza ciega en su olfato para descubrir nuevos talentos y en su equipo de 'scouting'. La mejor prueba es que en 2009 se deshizo de su delantero centro titular, Emmanuel Adebayor, cuando el City fue a por él. El Arsenal ganó 29 millones de euros pero perdió gol y de eso se ha resentido esta temporada. La mejor prueba es que esta campaña ya ha fichado a un delantero, Chamakh.

También en 2009, el entrenador francés dejó escapar a uno de sus puntales en defensa, Kolo Touré.Como Adebayor, acabó en el City. De esa forma, reforzó de forma clara a un rival directo. No le dio miedo hacerlo.

En 2008, el mediático que fue puesto en el mercado por Wenger fue Alex Hleb, que acabó en el Barça. Y en 2007, el entrenador galo acabó vendiendo a uno de sus jugadores fetiche, Thierry Henry, que, curiosamente, fichó por el Barça a cambio de 24 millones de euros más variables. Ese mismo verano, Arsène le colocó al Atlético de Madrid a José Antonio Reyes por 12 millones viendo que el sevillano no se adaptaba a la Premier League.

En 2006, el técnico 'gunner' se deshizo de un pedazo de lateral izquierdo como Ashley Cole después de que el defensa 'tontease' con el Chelsea. A Wenger no le tembló el pulso. Un año antes, en 2005 y a cambio de 20 millones, el entrenador 'gunner' traspasó a otro de sus jugadores de referencia, Vieira.

Capítulo aparte merece el episodio de Overmars y Petit en el año 2000, cuando a Joan Gaspart le desplumó casi de una tacada los 10.000 millones (más IVA) que pagó Florentino por robarle a Figo a los culés. Y un año antes, en 1999, le vendió al club blanco a Anelka.

El único crack que le ha durado hasta el final de su carrera a Wenger ha sido Bergkamp. Más que nada porque pocos clubs grandes querían fichar a un delantero con miedo al avión

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