'Semana clave' es uno de los titulares inmortales de la prensa deportiva. Puede servir para infinidad de situaciones a lo largo de una temporada y, si acude usted a la hemeroteca de Mundo Deportivo, admirado lector, e investiga un rato, comprobará que a lo largo de los años este humilde titular ha encabezado innumerables noticias.
La edición de ayer de Mundo Deportivo tituló en portada 'Ofensiva Total', una variante del entrañable 'Semana clave' que, en páginas interiores, adquirió otro formato sucedáneo: Cesc, semana decisiva. En definitiva, varias formas de decir que estamos, efectivamente, ante 'siete días' (ojo, ahí está otro gran titular, pero más televisivo, más al estilo de 'Informe Semanal') que serán determinantes en el fichaje de Cesc. O sea, ante la 'semana clave'. La próxima semana, el centrocampista catalán será del Barça o ya no lo será.
Y es que el concepto 'semana clave', por muy utilizado que sea, no deja de retratar fielmente una realidad. Por ejemplo, podemos recurrir al titular 'semana clave' si el Barça juega el miércoles la vuelta de las semifinales de la Champions y el sábado visita el Bernabéu. O si al entrenador le da por decir que los dos partidos siguientes, aunque sean frente al Toledo y el Badajoz, marcarán la temporada.
Actualmente, las semanas clave en el devenir del Barça se refieren a partidos para ganar competiciones. Hace unas temporadas, empleábamos 'semana clave' para referirnos a unos octavos de final de Copa del Rey y después un desplazamiento peligrosísimo a Logroño en el que el Barça podía descolgarse a ocho puntos del líder.
Eran épocas de otras frases célebres como aquest any, tampoc (este año, tampoco), que tenía su variante festiva, aquest any, sí (este año, sí), para el año en que se rascaba algo. Estas otras son frases para tiempos en los que ganar es la excepción. Épocas en las que, después de una eliminación de la selección española en cuartos de final de cualquier competición o de la derrota de un escalador en la contra-reloj del Tour, después de ir líder, los diarios españoles titulan: No pudo ser. Otro clásico.
Y muchas veces 'no pudo ser'. Pero siempre, en lo bueno o en lo malo, se puede recurrir a la 'semana clave' o a la 'ofensiva final'. Esta vez, además, ninguna frase retrata mejor el estado de las negociaciones por el fichaje de Fàbregas. Ni el jugador quiere empezar los entrenamientos en el Arsenal ni el Barça desea esperar más. Es cuestión de fijar el precio y cada uno ha jugado sus cartas ante la 'semana clave'.
Raúl: adiós 'multitudinario'
El adiós de Raúl reunió en el Santiago Bernabéu a unos quinientos aficionados que se acercaron a despedir al tipo que más partidos ha jugado con el equipo merengue. La imagen de Raúl bajando al césped tras los discursos en el palco, con la grada casi desierta, fue deprimente. Hagan un ejercicio e imaginen que el Barça monta un acto de estas características y, después de despedir a su capitán discretamente para ir a jugar en el Schalke 04, reúne a quinientos incondicionales. Traten de adivinar los calificativos que se llevaría el club azulgrana
El chamán particular de Mourinho
El portugués se puso como una moto porque circuló la noticia de que había visitado a unos chamanes en Kenia en busca de la ayuda de la magia. Y con razón: a él le basta con poner un par de velitas a San Olegario Benquerença
El socavón de la auditoría económica
La directiva del FC Barcelona recibió ayer la auditoría del cierre del ejercicio 2009-10. Hoy sabremos más cosas, pero se intuye que el socavón de los últimos años es del tamaño de las cuevas de Altamira. O, para el caso, de Alí Babá