El mítico Tourmalet, juez del Tour

TOUR FRANCIA

Contador y Andy Schleck se jugarán hoy la carrera en el legendario Tourmalet

El control entre los dos favoritos dejará el desenlace para el final

Tourmalet, 'mala vuelta' para los latinos, 'montaña lejana' para los gascones. Un tormento encima de la bicicleta. Hoy, un siglo después de la primera ascensión en el Tour de Francia, vuelve el gigante pirenaico para decidir una carrera entre dos, Alberto Contador y Andy Schleck, separados por un suspiro, ocho segundos, los mismos que hicieron perder la carrera a Laurent Fignon ante Greg LeMond en la última etapa del 89.

La cima se sitúa a 2.114 m. de altitud y la carretera de Bagnères de Bigorre hasta Barèges fue inaugurada en agosto de 1864 y construida por iniciativa de Napoléon a cargo de los fondos imperiales. Las dos vertientes son parecidas en longitud y desnivel. Hoy se sube por Luz Saint Sauver y el martes se hizo la subida por La Mongie. La de hoy es una subida de 18,6 kms. al 7,5% con el último kilómetro con rampas superiores al 9%.

Escenario de leyendas, como la epopeya padecida por Eugène Christophe, que en el Tour de 1913 tuvo que bajar a pie 14 kms. hasta Sainte Marie de Campan para reparar su bicicleta en un herrero de la localidad. Y trece años más tarde las inclemencias del tiempo obligaron a Henri Desgrange, creador de la prueba, a suprimir el fuera de control tras comprobar que el ganador, el belga Lucien Buysse, tuvo que pedalear durante 17 horas para cubrir los 326 kms. que separaban Bayonne de Luchon.

En la cima del puerto, dos estatuas. Una, la de Octave Lapize, el primero que coronó el Tourmalet. La otra es una estrella colocada en 2001 en memoria de Jacques Goddet, durante muchos años el patrón del Tour.

Y la historia ha de volver a escribirse hoy. Por lo menos, la pequeña historia de este Tour en el que las circuntsnacias de carrera y el conservadurismo que preside el ciclismo de hoy en día han propiciado que los dos grandes aspirantes hayan dejado los deberes para el penúltimo día. Lo que se anunciaba como el gran festival pirenaico se ha reducido a una ridícula actuación de Schleck y Contador en la subida a Ax 3 Domaines, al famoso salto de cadena del luxemburgués del que se aprovechó Contador (y no tiene por qué avergonzarse de ello) y a la bravura de los nueve fugados en una etapa monstruosa (Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque) pero incompatible con el ciclismo actual. Las figuras ya no atacan de lejos y hoy mucho nos tememos que todo se dilucidará en los últimos kilómetros del Tourmalet, pese a que antes hay ascensiones tan exigentes como el Marie Blanque, corta, 9 kms. pero los tres últimos violentísimos, y el Soulor, más tendido y constante.

Alberto Contador pronostica “una etapa muy reñida porque Andy y yo estamos muy parejos”. Pese a ser favorito en la contrarreloj de Burdeos, el madrileño tiene claro que “si puedo zanjar la carrera en el Tourmalet lo haré, así tendría más margen de tiempo y tranquilidad para la contrarreloj”.

Contador al control

Al doble ganador del Tour le viene a la memoria la etapa del año pasado en el Ventoux. “Fue una jornada parecida y ese día la victoria era algo secundario y pensé más en París. Fue una etapa de control que al final fue beneficiosa para nuestros intereses”.

Andy Schleck sabe que está ante su última oportunidad para tratar de desbancar a Contador y admite que “no hay otra opción que la de atacar en el Tourmalet. Si hago algún movimiento antes no tendré opciones. No puedo esperar un mal día de Alberto Contador. Sólo me queda una posibilidad, y es mañana (por hoy)”.

Schleck se siente fuerte y confiado y dice estar “concentrado al 100%. Estoy en el mejor momento de mi carrera. Estuve en gran forma ayer y anteayer (por martes y lunes) y no encuentro motivos para pensar que mañana (por hoy) no voy a seguir manteniendo este estado. Tengo la impresión de que todavía puedo dar algo más de sí”.

Ayer los dos aspirantes a la victoria estuvieron entrenando, Contador por espacio de una hora y media y Schleck subióel Marie Blanque, hizo media bajada y se subió al coche de equipo. El luxemburgués sabe que debe llegar de amarillo a la 'crono' de Burdeos. “Firmaría ahora mismo un minuto de ventaja. Con menos, me tocaría sufrir. No creo que Contador esté peor que en 2009 sino que yo he mejorado mucho”

La última oportunidad

Carlos Sastre, ganador del Tour de 2008, ha señalado que “la etapa del Tourmalet va a suponer para los escaladores la última oportunidad de hacer algo diferente”. El abulense subrayó también que “esta etapa llega en la recta final de un Tour que está siendo muy rápido y realmente duro. Y llega además después de un día de descanso, que en muchos casos más que ayudar, perjudica. En cualquier caso va a ser un día muy importante en el que se pueden ver muchísimas cosas de cara a la resolución final de esta carrera”

Hay nervios en Astana

La decisión de Alberto Contador de no ofrecer una rueda de prensa en la jornada de descanso, sorprendió a los medios. La víspera anunció que la conferencia de prensa tras la etapa sería más larga por este motivo. Pero no lo fue. Hay nervios en el equipo y no sólo por el desenlace de la carrera. La renovación con Astana no está tan clara como parecía hace una semana; lo que pide Contador les parece excesivo a los kazajos y cerca merodea Bjarne Rijs, que se queda el año que viene sin los hermanos Schleck, las joyas de su corona junto a Cancellara

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