Pese a que Zlatan Ibrahimovic sigue siendo jugador del FC Barcelona a todos los efectos y a que ya quedan menos de dos semanas para que oficialmente tenga que incorporarse a la disciplina azulgrana, su continuidad sigue estando en el aire.
Oficialmente, el Barça dice que se cuenta con él, en una postura realista e inteligente. Fue la gran apuesta el pasado verano y sólo un año después un jugador de 68 millones no puede ser un inútil. Sin embargo, el escenario respecto de la pasada campaña ha variado y los actuales rectores del Barça están muy atentos al mercado. Con la llegada de David Villa, el Barça tiene 'nueve' goleador para años, y más si se tiene en cuenta que Bojan está en la recámara. En cambio, lo que no hay es un delantero rompedor de banda izquierda. El número uno para esa posición era Juan Mata por calidad y precio, siempre y cuando se hubiese podido encontrar una salida a Ibra, quien se había abierto a esa posibilidad viendo que en el tramo decisivo de la temporada ha sido suplente y, sobre todo, comprobando que se fichaba a otro ariete como Villa.
Sin embargo, a medida que pasan los días y la salida de Zlatan se va complicando, toma cuerpo en los despachos de Can Barça una posibilidad: que Robinho pueda convertirse en la solución para el 'problema' Ibrahimovic. A Pep Guardiola le encanta Arjen Robben, pero el temporadón que se ha marcado con el Bayern y el enorme Mundial que está protagonizando le convierten en un jugador de entre 50 y 60 millones de euros, y ya está visto cómo está la tesorería azulgrana. En cambio, Robinho es un jugador también muy desequilibrante, técnico, perfecto para jugar por la izquierda a pierna cambiada y que, además, está deseando salir del City y el City, deseando colocarlo, como lo demuestra que intentó cedérselo al Barça en invierno y ahora lo ofrece al Valencia.
54 millones por amortizar
Así que el escenario es perfecto para que se dé un trueque con el Barça. Un trueque, por cierto, que podría saldarse positivamente para las arcas azulgrana a pesar de que Ibra costase 68 'kilos' (48 en dinero y los 20 en que se tasó a Samuel Eto'o). Y es que, a efectos contables, de Zlatan quedan por amortizar unos 54 millones de euros, cantidad que quedaría compensada si el City accede al canje y valora a su futbolista en una cantidad alta (40 millones, por ejemplo) y además pone una cantidad simbólica de dinero encima de la mesa para el Barça (10-15) millones.
Sería una solución ideal para ambas entidades porque los balances económicos quedarían bastante compensados en ambos casos y, además, los futbolistas obtendrían unas salidas más que dignas a unas situaciones personales que, a día de hoy, no son demasiado halagüeñas. El Barça tiene esta hipótesis en la cabeza por si finalmente Pep Guardiola decide que el cambio le viene bien