Patinando encima de la 'bici'

Una serie de caídas consecutivas en la cota de Stockeu envió al suelo a casi todos los favoritos mientras Chavanel se llevó la etapa y el liderato

Sylvain Chavanel se llevó ayer el doble premio de la etapa y el liderato después de 201 kms. durísimos a causa del trazado y de la lluvia que cayó de modo intermitente pero en algunos momentos con gran intensidad. El equipo del nuevo líder, Quick Step, tuvo además la recompensa del maillot de la montaña, que se enfundó su compatriota Jerome Pineau.

La dureza del Tour se muestra este año ya en sus etapas iniciales. Si en el prólogo ya quedaron dos eliminados (Cardoso y Frank), en la primera etapa se sucedieron tres caídas en los últimos 2,5 kms., ayer las caídas se sucedieron a lo largo de la etapa. Pero hubo una, a 30 kms. de meta, que dejó cortado al pelotón y varios de los favoritos se fueron al suelo, entre ellos Alberto Contador, los hermanos Schleck y Lance Armstrong.

La etapa recorría en su tramo final parte del recorrido de la Lieja-Bastogne-Lieja, un trazado estrecho, sinuoso y con subidas como las dos últimas de ayer, Stockeu y Rosier, que forman parte del trazado de la Lieja pero que ayer se superaron en sentido inverso al de la decana de las clásicas. Fue en el descenso de Stockeu donde se formó una montonera en la que se fueron al suelo cerca de cuarenta corredores.

La lluvia había dejado el asfalto como un espejo y la peligrosidad era evidente en una carretera muy estrecha. Petacchi, el vencedor de la víspera, se fue al suelo y la moto de TV que viajaba tras de él tuvo que salirse de la carretera para no atropellarlo. Y a partir de ahí, en la bajada de Stockeu se sucedieron una serie de caídas que rompieron al pelotón en tres trozos, mientras que por delante sólo Chavanel y Roelandts resistían de una fuga de ocho que se formó en los primeros kilómetros.

Andy Schleck quedó en la cuneta aguantándose su codo derecho y en un principio se temió lo peor. El panorama era dantesco, con ciclistas en el suelo a lo largo de centenares de metros, doliéndose de los golpes y hubo imágenes como la de Christophe Le Mevel dando pedales sin poder sentarse en el sillín porque la bicicleta que le había dado un compañero era demasiado grande.

En el primer grupo quedaron Cancellara con 'Luisle' y Samuel Sánchez. Por detrás viajaban Contador, Armstrong, Basso y Evans. Y más atrás los dos Schleck, que reventaron a Jens Voigt para enlazar. Cuando se reun ieron los tres grupos, Chavanel ya había lanzado el ataque que dejó sin respuesta a Roelandts.

El pelotón se abstuvo de disputar el sprint en protesta por la peligrosidad del recorrido, gesto inútil pues ya se sabía desde hace mucho tiempo que la carrera iba a discurrir por allí.

Contador acumuló más golpes por segundo día consecutivo. Ayer se llevó dos, en la rodilla derecha y en el costado, además de la consiguiente abrasión. Los Schleck, más o menos lo mismo, y Armstrong se fue para el hotel con unos cuantos golpes sin mayor importancia.

La felicidad de Chavanel contrastaba ante tanta miseria. Herido de gravedad en la Lieja-Bastogne-Lieja, donde chocó contra un coche a un km. de la llegada y sufrió una fractura craneal a nivel de la primera vértebra cervical, el francés ha logrado una recuperación milagrosa en dos meses y volvió a competir en la Vuelta a Suiza. Ganador de una etapa del Tour 2008 en Montlucon, emigró al Quick Step belga al año siguiente cansado de tener que oir en su país que era el francés mejor pagado y que sus resultados no estaban a la altura de su sueldo.

El equipo belga, que llegó con la baja de Tom Boonen, ha visto así recompensada su ausencia y Chavanel, su fuerza de voluntad al superar una lesión tan grave en tan poco tiempo. Pese a la lluvia, ayer se le abrió el cielo al francés

La etapa más temida de la primera semana

Hoy llega al Tour a Porte de Hainaut, la entrada a Arenberg, el sector donde suele decidirse la París-Roubaix. Habrá que superar poco más de 13 kms. repartidos en siete tramos adoquinados, los cuatro últimos, los más difíciles, ya en territorio francés. Todos los favortios han reconocido la etapa sobre el terreno y algunos, como Armstrong, en dos ocasiones. No se prevé lluvia, lo que aumentaría la peligrosidad del recorrido, pero hoy alguno de los favoritos puede perder sus opciones. Quienes peor lo pasarán son los escaladores, ciclistas de poca corpulencia como Contador. Eusebio Unzue ya la ha definido: “Espectáculo a cambio de riesgo”

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...