La junta directiva del FC Barcelona, con su presidente, Sandro Rosell, al frente, se desplazó ayer al santuario de Montserrat en una de las primeras visitas oficiales desde la toma de posesión, después de haber visitado el viernes la Generalitat y el Ajuntament. Rosell, que se entrevistó con el abad, Josep Maria Soler, destacó la importancia simbólica que tienen para Catalunya tanto la Abadia de Montserrat y la 'Muntanya Santa' como el club barcelonista.
Los directivos llegaron, junto con algunos familiares, en autocar a la Plaça de Santa Maria, a 725 metros sobre el nivel del mar, en el centro de la Abadia de Montserrat, y después rindieron tributo en la Basílica a la Mare de Déu de Montserrat, la 'Moreneta', patrona de Catalunya. Después fueron recibidos por el abad en la Sala de Romerías del Monasterio. Ante los medios de comunicación, Rosell manifestó que Montserrat y el Barça tienen tres puntos en común: ambos son un sentimiento, ambos son pilares de Catalunya y todos queremos mucho al Barça y a Montserrat. Dirigiéndose al abad, le aseguró que siempre será bienvenido en el Camp Nou.
Valores compartidos
El abad Josep Maria Soler, por su parte, también destacó lo que comparten el Barça y Montserrat: Son dos instituciones con las que el pueblo catalán se siente identificado. Y el entrenamiento, la superación personal y el juego en equipo son valores de ambas instituciones. Felicitó a Rosell y la junta por el triunfo en las elecciones y subrayó que el número de votos conseguidos es motivo para sentirse apoyado y para dar un nuevo impulso a la gestión del Barça. El presidente barcelonista recibió la medalla de la Mare de Déu de Montserrat de manos del abad y antes de regresar la directiva desplegó una bandera azulgrana ante la Basílica.
El abad recordó que cada año los niños de la Escolania de Montserrat y los de la Masia realizan dos encuentros: uno en la Abadia y otro en las instalaciones del Barça, un hecho que, según destacó, enriquece mucho a los jóvenes de ambas entidades