De pequeño llevaba el 7 en su camiseta del Barça, un dorsal de plástico de la época cosido a mano en honor a su ídolo de la infancia: Charly Rexach. Soñaba con emularle, pero con el tiempo, aunque nunca ha dejado de jugar a fútbol, se dio cuenta que podía formar parte del club de otra manera. Aterrizó con Joan Laporta en 2003 como vicepresidente del área de Marketing y Media, cargo que desempeñó hasta 2007, cuando pasó a ocupar la vicepresidencia deportiva hasta 2008. Dos años después de dimitir por discrepancias con la postura inflexible de Joan Laporta, que se enrocó en la presidencia pese a haber quedado retratado en la moción de censura impulsada por el socio Oriol Giralt, Marc Ingla intenta volver al club, pero esta vez para mandar.
Con el lema 'Més Barça que mai' ('Más Barça que nunca') y apoyado en su equipo por Ferran Soriano y Albert Vicens, que dimitieron con él aquel 10 de julio de 2008, hoy espera que el socio valore su experiencia en los cinco años que dedicó al club.
Nació en Barcelona el 21 de enero de 1966 (44 años), está casado con la ex directiva del club y artista Clàudia Vives-Fierro, a quien conoció en Barberà del Vallès en un concurso de paellas. Tienen tres hijos, Félix, Fiona y Foix, de 12, 11 y 9 años, respectivamente.
Socio 62.428, heredó el barcelonismo de su padre, Manel, que falleció en 2002, un año antes de que entrara en el club tras ganar las elecciones de 2003.
En la web de su candidatura detalla que estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Catalunya, con intensificación en el área de la Dirección de Empresas. Fue consultor en empresas con sede en Estados Unidos y cofundador de Cluster Consulting (hoy Oliver Wyman), compañía que se convirtió en líder del mercado en servicios de consultoría estratégica en el sector de las telecomunicaciones con 500 consultores y 10 oficinas alrededor del mundo. Es socio de Nauta Capital, sociedad gestora de fondos decapital de riesgo con oficinas en Barcelona y Boston.
Entre sus aficiones, además del fútbol, destacan la naturaleza y la pesca, para relajarse, y el heli skiing, para descargar adrenalina. Se trata de una modalidad de ski de riesgo que consiste en ir en helicóptero hasta un punto de una montaña para tirarse al vacío y bajar por pistas vírgenes