Jose Mourinho, bienvenido al teatro Real

Su historial de ácidas representaciones ante los medios y en el campo es inagotable.

Madrid, escenario ideal para que Mourinho siga con su papel de provocador

Con Jose Mourinho, el Bernabéu se va a convertir en una sucursal del prestigioso Teatro Real de Madrid. Las ácidas representaciones del técnico portugués ante los medios y en el campo no tendrán nada que envidiar a las que protagonizó a lo largo de sus periplos en Inglaterra e Italia, donde sobran los ejemplos del carácter provocador, rebelde, polémico y ganador de Mou.

El luso nunca deja indiferente a nadie con su alborotador libro de estilo, plagado de todo tipo de 'perlas' dialécticas. Cuando la próxima campaña regrese al Camp Nou al frente de los galácticos la 'gent blaugrana' volverá a gritarle “¡Vete al teatro, Mourinho vete al teatro!”. Célebre cántico que arranca de un duelo de Champions de la temporada 2005-06, cuando un niño de 18 años apellidado Messi sacó de sus casillas al entonces técnico del Chelsea 'expulsando' a Del Horno. Mou calificó al crack argentino de joven promesa del teatro catalán.

Tiene gracia que esta pasada campaña, la justicia deportiva italiana sancionara a Mourinho con tres partidos por hacer gestos “teatreros” al árbitro durante un duelo ante la Sampdoria. El luso, dirigiéndose al público del 'Giuseppe Meazza' y hacia las cámaras de televisión que emitían el partido, simuló llevar unas esposas cruzando sus muñecas, en señal de protesta por las expulsiones de los interistas Samuel y Córdoba.

Mou no dice nada por casualidad, no improvisa ningún gesto, es un 'actor' que le encanta provocar a sus rivales. Durante su estancia en Inglaterra mantuvo cruces dialécticos con los grandes entrenadores de la Premier y en Italia fue un azote para Milan y Juve.

En su paso por los banquillos de Chelsea e Inter también sacó a relucir su rabia acumulada por el trato mediático recibido en Barcelona. Mou nunca perdonó que le tacharan despectivamente de ser el 'traductor' de Bobby Robson o que se rumoreara que era 'algo' más que un colaborador y un amigo del tristemente fallecido míster británico. “Quien piense que soy homosexual que me traiga a su hermana”, replicó en un diario.

Sus explosiones de ira hacia el Barça han sido continuas desde que en el año 2000 decidió emprender su aventura como técnico tras ser vilipendiado con Robson y ninguneado con Van Gaal, del que se 'vengó' ganándole la última Champions League en el Santiago Bernabeú.

Mou llega a Madrid con el hacha de guerra levantada, aunque se mostrara comedido en su presentación como técnico blanco. A este 'showman' de los banquillos, ser un provocador se le da cada día mejor. Es su estrategia. Entiende que es la mejor forma para quitar presión al equipo: que se hable de él y de sus gestos o bravatas. Con el portugués, Chamartín verá teatro del bueno

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