El futuro de Cesc Fàbregas preocupa a muchos culés, entre ellos a sus compañeros y amigos de la selección española, con los que está conviviendo en Austria los días previos a su marcha al Mundial de Sudáfrica. Como ya sucedió en la Copa Confederaciones con David Villa el pasado verano, Cesc está concentrado con la 'roja' pero con la cabeza más pendiente de su futuro que de otra cosa. Y como todos saben lo mal que lo pasó Villa la pasada temporada, los culés están muy encima de Cesc. Especialmente Gerard Piqué, amigo del centrocampista de Arenys desde que ambos compartieron hornada en la cantera azulgrana. Precisamente Piqué vivo un caso similar al de Fàbregas, dado que emigró a Inglaterra por la puerta de atrás y, tras hacerse un nombre en el United, regresó al Barça para cumplir su gran sueño: volver a vestir de azulgrana.
También Xavi e Iniesta, los dos futbolistas con los que tendría que competir Cesc para jugar, están demostrando su calidad humana arropando al joven centrocampista del Arsenal. Los canteranos del Barça son competitivos como el que más pero, antes que nada, son personas y están apoyando a un compañero que no lo está pasando bien