Firmado David Villa, la hoja de ruta del Barça pasa por concretar el fichaje de Cesc Fàbregas. El centrocampista del Arsenal es una prioridad, no sólo para el entrenador, sino también para el secretario técnico y el presidente azulgrana. Cesc dio el primer paso haciendo público su deseo de jugar en el Barça y ahora es trabajo de la secretaría técnica negociar con el Arsenal su traspaso. Txiki admitió ayer los contactos con el club 'gunner', que por ahora pide la luna por su capitán. Aunque todavía no han fijado un precio a los representantes azulgranas, en Inglaterra aseguran que Cesc no se irá del Emirates por menos de 50 millones de euros, una cifra que a día de hoy no está dispuestá a desembolsar el Barça.
El club catalán confía en que el deseo de Cesc se acabe imponiendo y pueda lograr su fichaje por no más de 40 millones. Sin embargo, por si acaso pasan los días y el Arsenal se enroca en su postura de no dejar salir a Cesc, el club azulgrana tiene un 'Plan B', que no es otro que el valencianista David Silva. Al igual que Cesc, Silva es también del agrado de Guardiola.
Mourinho no lo ve claro
Si falla la posibilidad de fichar a Cesc, el Barça corre el riesgo de quedarse también sin Silva. El Madrid tiene muy avanzada la operación -abonaría 30 millones más dos de variables- pero su fichaje aún está a expensas de que Mourinho -que no lo ve claro- le dé el visto bueno, una vez se haga oficial su fichaje por el Madrid