El guardameta del Real Madrid , Iker Casillas, transmitió el sentir del vestuario blanco tras su triunfo ante el Athletic de Bilbao y el del Barcelona ante el Sevilla , y aseguró que hay esperanza y que aún "queda un partido y puede pasar de todo", con la diferencia mínima de un punto.
"Durante el partido nos íbamos enterando de lo que pasaba en Sevilla por la reacción del público". "Ha habido momentos con el 2-3 que parecía que estábamos cerca del título, pero no hay que darle más vueltas. Ahora tenemos que pensar sólo en ganar en Málaga y esperar a ver que hace el Barcelona en la última jornada", añadió. Casillas aconsejó al alcalde que "hay que preparar la Cibeles y el cava" por si se diera la ocasión.
Ramos: "Es inevitable que tengamos esperanza"
En la misma línea se expresó otro capitán, Sergio Ramos, que señaló que el objetivo del Real Madrid "es conseguir los 98 puntos" y que "si el Barcelona se proclama campeón con 99 habrá que felicitarlo". "Los dos equipos hemos hecho una gran temporada. Somos merecedores de la Liga pero sólo hay una copa" aseguró Ramos. "Es inevitable que tengamos la esperanza de que el Valladolid pueda sorprender ya que también se juega el descenso en el Camp Nou", agregó.
Además, el defensa reconoció que en el campo los jugadores pensaron que el gol de Leo Messi había sido del Sevilla. "Ha habido un amago de murmullo en la afición y pensábamos que se había adelantado el Sevilla. Yo me fui enterando porque preguntaba cuando podía" aseguró Ramos. Por otro lado, Esteban Granero aseguró que había sido "u na sensación extraña jugar sabiendo que tu trabajo depende de lo que hagan los demás". "Estaríamos más tranquilos si dependiéramos de nosotros mismos. Está difícil pero puede pasar cualquier cosa, queda una semana".
Arbeloa: "Cuando supe del 2-0 se me quedó cara de tonto"
Por último, Álvaro Arbeloa, reconoció que llegó al descanso pensando que el Sevilla ganaba 2-0 al Barcelona. "Cuando entré al vestuario en el descanso y me enteré de que el Barcelona era el que estaba ganado y 2-0 se me quedó cara de tonto. Es difícil jugar estos partidos, sales al campo con la tensión de que dependes de otro y esa tensión te impide concentrarte al máximo. Pero en la segunda parte sí hemos salido a ganar".