Y Muñiz Fernández volvió a aparecer. Cuando la herida de lo sucedido el año pasado en San Mamés ante el Real Madrid todavía escuece, el asturiano protagonizó un nuevo episodio. Hizo bueno ese dicho de que segundas partes nunca fueron buenas. Impidió desarrollar un partido normal al Athletic.
Señaló un penalti por mano de Amorebieta. Hasta ahí correcto. Pero le dio por mostrar la roja ante la incredulidad de todos los rojiblancos. El de Iurreta se encontraba en torno al punto de penalti y el esférico no iba entre los tres palos. Al trencilla asturiano le dio igual y mandó a la ducha a Amorebieta. Eso sí, en el acta reflejó que el central impidió una ocasión manifiesta de gol. Además, Iraola se llevó una amarilla por protestar e Iñaki Morán, delegado bilbaíno, también fue expulsado.
Parecía un 'déjà vu'. Muñiz decantó de nuevo la balanza a favor del Real Madrid cuando el cuadro rojiblanco parecía tener la situación bajo control. Cristiano Ronaldo batió a Iraizoz desde los once metros. A muchos seguidores rojiblancos se les vino a la mente el circo que montó en Bilbao el pasado curso. Expulsó a Yeste tras el teatro de Casillas en plena reacción de los hombres de Caparrós, masacró a amarillas a los leones desde el primer minuto y pasó por alto los codazos de Huntelaar, Heinze y compañía.
La designación de Muñiz Fernández ya era sospechosa. El asturiano no defraudó. Empezó pasando por alto un empujón de Sergio Ramos sobre De Marcos cuando se quedaba ante Casillas. Era dudoso, pero en el centro del campo esas faltas se pitan. Después llegó el bochorno del penalti y la roja surrealista. Por cierto, la estadística de Muñiz con el Madrid es de traca. Nueve penaltis a favor y uno en contra en 24 partidos.
Antes de llegar al descanso, Gago dejó marcado a Toquero. Entró con los tacos por delante al tobillo del gasteiztarra. Amarilla al canto para el argentino. Marcelo se fue 'de rositas' en un salto con De Marcosen el dejó suelto el codo. Arbeloa también dejó varios 'recaditos' al inicio de la segunda mitad. Por arriba y por abajo. Al tercero vio cartulina por una entrada dura a Yeste. Tras el envite, a los rojiblancos no les quedó más remedio que tirar de humor para pasar el trago. Gurpegi dijo que únicamente le falta meter un gol. Puede que el próximo curso tenga una oportunidad para intentarlo