Todo estaba previsto para que el Hamburgo jugase la final en su propio estadio. El equipo alemán había apostado fuerte por esta competición pero se quedó en semis. Sus aficionados lo tenían claro y se apresuraron a comprar un buen número de localidades de las reservadas para la organización local y las que se pusieron a la venta a través de la página web de la UEFA -unas 5.100- (se cerró el plazo el pasado 19 de marzo) fueron copadas en gran medida por hinchas teutones que se han encontrado con que su equipo finalmente no ha llegado a la final. Se estima que unas 10.000 entradas están en manos de hinchas germanos.
Siendo así, la organización es consciente de que muchos de ellos se desharán de estas entradas aprovechando para ganar algo de dinero. En diversas webs ya se pueden adquirir estas entradas a dos, tres y cuatro veces su valor. Algunos hinchas piden desde 300 euros (el doble de las más caras) hasta 450 euros y subiendo. Como la reventa esta prohibida, ésta se disfraza de venta de un boli, una bufanda o un pin con la que te 'regalan' la entrada