Sin la capa de Superman

NATACIÓN

Los expertos calculan que se tardará cinco años en batir los récords mundiales de los ahora vetados bañadores-milagro

El tsunami universal de plusmarcas que provocó la irrupción de los bañadores 100% poliuretano en las grandes competiciones internacionales se ha demostrado una realidad virtual. Cuatro meses después de prohibirse su uso, la conclusión que queda es que nunca debieron agarrarse a los poyetes con ellos. La natación no ganó popularidad mediática por culpa de tanto récord batido que banalizó y vulgarizó lo que siempre deben ser gestas únicas. Los buenos seguían siendo buenos con o sin bañadores 'high tech', pero la 'depresión' va a invadir a aquellos que se creyeron el cuento de que los 15 minutos de fama se podían alcanzar con comprarse la capa de Superman.

En estos cuatro primeros meses no ha caído ningun récord mundial ni europeo y en el reciente campeonato de España sólo la catalana Mireia Belmonte ha sido capaz de batir uno, el de 400 estilos, ya en su poder en la época pre-poliuretano de Pekín'2008.

“El buen nadador nada bien con el bañador de poliuretano o sin él”, sentencia Mireia Belmonte, cuya progresión hay que achacarla a su natural madurez deportiva y a un cambio técnico -ahora entrena en el CN Sabadell con el australiano Michael Piper-. Repetidas descalificaciones por patadas de mariposa en la braza penalizaron a Belmonte a la hora de mejorar sus récords españoles de estilos durante la era 'high-tech'. En 200 mariposa apenas ha perdido un segundo respecto a su gran marca de 2009, todo un éxito.

“La prensa y los técnicos pensaban que el cambio iba a ser más dramático y la verdad es que no ha habido para tanto -explica la nadadora del CN Sabadell- Vale que no se han batido muchos récords, pero ha habido marcas bastante buenas y mínimas para el Europeo de Hungría”, explica.

También tiene motivos para estar contento el director técnico de la Federació Catalana de Natació, Toni Codina. Sus nadadores han sumado 14 mínimas absolutas para el Europeo de Hungría y otras 20 para el Europeo júnior de Helsinki. La depresión post-poliuretano no va a afectar a los nadadores que dependen de su 'jurisdicción', los júniors, por la sencilla razón de que nunca les dejaron competir con los bañadores-trampa.

Prohibido a juniors catalanes

“Como los campeonatos 2009 despertaron la euforia –25 récords de España–, todos se apuntaron con los ojos cerrados. Nosotros a los juniors del CAR les prohibimos que los usaran y el tiempo nos ha dado la razón. Desde el primer momento supimos que iba a ser un paso atrás no sólo de registros sino de mentalidad, y por tanto no hemos tenido el problema”.

De hecho es en el sector júnior donde menos se está notando la crisis. En el pasado campeonato de edades, el 99% de los nadadores mejoraron sus marcas de inscripción.

Explica Codina que “los efectos del 100% poliuretano sobrepasaban lo normal. Al que ya tenía condiciones naturales de flotabilidad no lo ayudaba, el bañador le cambiaba la posición del cuerpo y había que readaptarse. Pero al que se clava en los últimos metros le mantenía el estilo. Castigaba el talento y no beneficiaba a todos por igual”, explica Codina.

Una losa psicológica

Además, los nadadores pasaron a depender demasiado psicológicamente de los efectos beneficiosos del 'high-tech': “Hubo un nadador con opción a ser campeón de España al que se le rompió el bañador poco antes de la prueba de 200 libres y renunció a luchar por el título. El efecto psicológico que tenía en los nadadores era demasiado fuerte”, apunta Codina.

La propia Mireia Belmonte apunta un dato más, y es que el bañador de poliuretano era más un incordio que otra cosa: “Si te acostumbrabas a él era una ventaja, pero realmente tardabas mucho en ponértelo y te apretaba mucho. Ahora es mucho más fácil de poner y no tienes que estar perdiendo tanto tiempo antes de competir”, explica.

Cinco años son los que cifra Toni Codina que se van a necesitar para batir los récords del período 100% poliuretano. Melqui Álvarez, el actual monarca de la braza, aseguraba en Málaga que será difícil batir un récord del mundo con los bañadores clásicos: “Con el del pasado año te tirabas y salías a los 15 metros, y con el de ahora los haces a los 10 metros”, explica.

El gran damnificado por el cambio ha sido el cordobés Rafa Muñoz, que se quedó a tres segundos de su marca 2009 en 100 mariposa y a un segundo de su récord mundial en 50 mariposa, aunque es la mejor marca mundial 2010. Pero el caso de 'el califa' es muy peculiar ya que aquellas grandes marcas del pasado año las logró además durante su paso por el CN de Marsella. Desde Francia, su ex técnico Romain Barnier insiste en que cuando se muestre impermeable a la machacona insistencia de que todo lo consiguió con el bañador y se rehaga psicológicamente, volverá a emerger.

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