Sandro Rosell obtuvo un significativo y unánime aplauso de un auditorio de socios del Barça con los que se reunió en una cena privada este viernes en Vilanova, donde desgranó algunas trazas de su programa y evitó, según el testimonio de los asistentes, entrar en ningún tipo de descalificación.

Rosell reiteró como ha sido una constante de su conducta hasta ahora que no es su estilo ni el de la candidatura dividir, sino unir, y que se evitará entrar en este tipo de debate electoral respecto al presidente Laporta. Lo que sí transmitió a los barcelonistas presentes fue su preocupación ante la posibilidad, creciente según los indicios e informaciones del entorno de la junta, de que se precipiten los fichajes de futbolistas como Villa o Cesc con fines electoralistas para tratar de favorecer a la candidatura oficialista. Podría pasar, según comentó, que los clubs vendedores aprovechen que la directiva pretenda presentarlos antes de las elecciones para pedir un sobreprecio y que el Barça acabe pagando más de lo que valen. Podrían llegar a invertirse, especuló, con un probable gasto de 100 millones, hipotecando a la nueva directiva que entrará el 1 de julio. Sobre Villa dejó claro que su precio puede oscilar entre los 25 ó 30 millones pero no los 50 que se comenta.

Tranquilidad con Cruyff

Otro nombre propio que salió en el diálogo que Rosell mantuvo con los socios fue el de Johan Cruyff y su reciente nombramiento como presidente de honor que, a su juicio, es algo que como no parece estar en los estatutos habrá que analizar con tranquilidad si gana las elecciones, pero teniendo en cuenta sobre todo el criterio y el sentir de los socios. Avanzó que el programa electoral ocupa 150 páginas y que una parte de sus ideas sobre la actuación patrimonial, como ya es sabido, pasan por retirar el proyecto Foster.

Guixà distribuye más de 5.000 decálogos

Jaume Guixà distribuyó ayer más de cinco mil ejemplares de un decálogo que ha elaborado sobre su visión del Barça. 'El Barça volverá a ser de los socios' es el primer punto de este manifiesto en el que promete un club gestionado con transparencia y sobre todo con más prestaciones sociales para todos los barcelonistas. Guixà también avanza que no venderá el Miniestadi si gana y construirá un nuevo Palau Blaugrana