Una hora a solas con Quique

Cuerpo técnico y jugadores se reunieron durante 60 minutos en el vestuario; la consigna: no volver a dar la imagen exhibida ante el Xerez

Viene siendo habitual que, tras cada partido, Quique Sánchez Flores y sus jugadores se encierren en el vestuario de la Ciudad Deportiva de Majadahonda para analizar lo sucedido el día anterior en el terreno de juego. Ya se salde el encuentro con victoria, empate o derrota, plantilla y cuerpo técnico diseccionan lo ocurrido. Si el resultado ha sido positivo, la reunión dura pocos minutos. Si es negativo, el tiempo de charla suele rondar la media hora. Pero ayer, y para sorpresa generalizada de los medios de comunicación que aguardaban en la puerta de la Ciudad Deportiva el permiso para entrar en las instalaciones majariegas, los jugadores no salieron del vestuario hasta las 13.00 horas, 60 minutos después de la hora oficial de comienzo del entrenamiento.

La reunión duró más de lo esperado y aunque en sala de Prensa, Perea aseguró que la charla había versado sobre la planificación de la semana (el Atlético ya juega mañana en Villarreal) y que la demora se debió a que el entreno empezó con retraso, lo cierto es que Quique Sánchez Flores hizo ver a sus pupilos que la imagen ofrecida el miércoles ante el Xerez no es la propia de un club como el Atlético de Madrid. Resultado que nadie esperaba al margen, la incapacidad y la indolencia del cuadro colchonero ante el colista del campeonato español provocó el enfado del técnico madrileño quien, a pesar de todo, se autoinculpó de lo sucedido en el terreno de juego frente al equipo andaluz.

De puertas hacia dentro, la cosa es diferente. Los propios futbolistas saben que ellos fueron los máximos culpables de lo ocurrido el miércoles, y aunque nadie pone de excusa el cansancio ni la trascendencia de las otras dos competiciones en las que está inmerso el Atlético, el vestuario ha asumido desde hace semanas que la Liga ha pasado a un segundo plano para ellos. Prueba de ello son los malos resultados cosechados por el cuadro colchonero a domicilio, totalmente contrapuestos a los registrados en el Vicente Calderón, donde hasta la llegada del Xerez, el Atlético había ganado sus últimos cinco partidos.

No salen las cuentas

Obviamente, en la caseta son conscientes de que sólo un milagro les haría escalar hasta la sexta plaza de la clasificación, pero los futbolistas rojiblancos se han conjurado para no volver a ofrecer la paupérrima imagen exhibida ante el colista. La Europa League primero y la Copa del Rey después son las dos prioridades del Atlético, pero restan seis jornadas de Liga para lavar la cara de un campeonato demasiado irregular

El entrenador no dirigió la sesión

El técnico rojiblanco, como ya ha hecho con anterioridad en alguna ocasión tras un partido, no bajó al terreno de juego para dirigir sobre el césped la sesión preparatoria. Quique Sánchez Flores prefirió quedarse en su despacho de la Ciudad Deportiva de Majadahonda para trabajar allí en diversas tareas. Su segundo de a bordo, Fran Escribá, fue el encargado de dirigir la sesión en la que los titulares tampoco bajaron al césped; se quedaron trabajando en el gimnasio

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