Los cimientos defensivos, la base de la reacción almeriense

El cuadro andaluz encaja una media de 0,87 goles por partido desde que llegó Lillo

El Almería se ha convertido en un equipo rocoso. Poco tendrá que ver con la escuadra que se encontró el Athletic en la primera vuelta. En el Estadio Juegos Mediterráneos, el cuadro andaluz fue un coladero. Sobre todo a balón parado. Fruto de ello llegó el 1-4. La historia cambió desde la llegada de Juanma Lillo. El de Tolosa ha puesto los cimientos defensivos correctos que han llevado al Almería a la zona tranquila de la clasificación.

Los andaluces han recibido 13 tantos en los 15 encuentros dirigidos por Lillo. Una media de 0,87 goles por partido. Toda una garantía de salvación. Sirva como ejemplo que con Hugo Sánchez, en los mismos 15 envites, el Almería encajó 26 goles. El doble. Un dato significativo. El de Tolosa ha formado un entramado defensivo muy difícil de superar. Michel Macedo es el dueño del lateral derecho. Juanma Ortiz también tiene sus minutos, aunque puede jugar más adelantado. El otro ala es para Cisma.

El eje de la zaga ha estado más repartido. Pellerano ha sido titular 11 veces con Lillo, por 10 de Acasiete y 8 de Chico. El gaditano era indiscutible hasta que se lesionó en el partido frente al Barcelona. Tampoco estará el domingo en San Mamés. Acasiete volverá al once tras perderse el duelo frente al Mallorca por unas molestias musculares en la pierna izquierda y formará pareja con Pellerano.

Una muestra de la solidez defensiva del Almería es que únicamente Getafe, Barcelona y Valencia han conseguido batir en más de una ocasión la portería de Diego Alves desde que Lillo está en el banquillo. Los tres equipos le hicieron dos tantos. En estos quince encuentros, los andaluces han conseguido poner el candado a su portería en cinco ocasiones. Xerez, Atlético, Málaga y Zaragoza se fueron de Almería sin anotar y con una derrota por la mínima. El Racing tampoco pudo batir en Santander a Alves (0-2)

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