Massimo Busacca, árbitro suizo que ya dirigió al Barça en la final de Champions de Roma (2-0) y ante el Inter (2-0) y con el que los azulgrana están invictos, pitará mañana en el Emirates.
Considerado el mejor del mundo de 2009 y de siempre un modelo de imparcialidad con mano de santo para sortear momentos críticos, vio sin embargo mancillada su reputación por dos incidentes acaecidos en septiembre de 2009.
Por un lado fue víctima de la ira de un jugador del Al-Khor saudí, que hizo circular un vídeo manipulado en el que Busacca aparecía aparentemente orinando. Massimo, para quien Dios es mi entrenador mental, había sido el juez del partido de Liga perdido por el Al-Khor ante el Al-Gharafa y ese futbolista buscó venganza.
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