Si eres de los que piensan que todo está inventado y que ya nada te puede sorprender abre bien los ojos para ver un partido disputado en Japón entre once jugadores del Cerezo Osaka y cien chavales dispuestos en una revolucionaria táctica 40-30-30.
No sabemos si el invento puede servir por ejemplo a Pep Guardiola para innovar en una de sus variantes sobre el terreno de juego. Eso sí, no hay plantilla que pueda cumplir con las exigencias de la propuesta.
Pero la pregunta clave de la historia es: ¿Qué equipo ganó? Pues aunque parezca imposible, el triunfo fue para los profesionales nipones por un ajustado 3-2 con un gol decisivo en el último suspiro. De locos.
EL PARTIDO 11 vs 100
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