Victoria fácil del Real Madrid en uno de los peores choques de esta temporada y segunda expulsión de Cristiano por agresión directa a Mtiliga -rotura del tabique nasal- que obligará a 'mojarse' este martes al Comité de Competición. Los tres puntos le van a salir muy caros a los blancos ya que su estrella puede perderse las citas ante Depor, Espanyol y Villarreal e incluso entrar en un margen entre cuatro y doce por ser reincidente.
Y todo esto llega el mismo día en el que el portugués se reencontró con el gol tras cuatro jornadas en el dique seco. Pero ni así parece contento este pedazo de futbolista tan grande como caprichoso que dejará tirado a su equipo, por segunda vez en sólo 19 jornadas.
Y en esta ocasión no se le puede decir nada al colegiado Pérez Lasa quien ya le perdonó sus continuas protestas.
Ahora sólo hace falta ver si el Comité de Competición coge el toro por los cuernos y sanciona a un reincidente que agredió a un compañero al que dejará tres semanas en el dique seco. Puede sonar fuerte. Cierto que CR9 sufre múltiples entradas que sobrepasan el reglamento, tan verdad como tiene que soportar todo tipo de vejaciones verbales, pero todo eso no le exime de su actitud divina. El codazo que le regaló al malacitano fue innecesario. Decía Valdano que lo normal es que un jugador se tire y que Cristiano es muy noble. Es verdad aunque al 50%.
Se podría haber dejado caer, podría haberse parado, lo que nunca podía hacer es lo que hizo. Eso es agresión a un contrario y es la segunda vez que la máxima apuesta blanca se quedará en su casa mientras su equipo juega. Aunque no fue a Valencia y el Madrid jugó mejor que nunca