Quique Sánchez Flores se puso la bata de doctor en cuanto pisó el banquillo del Vicente Calderón. Nada más aterrizar, el técnico madrileño apuntó que el Atlético era un paciente muy enfermo al que había que aplicar la medicina adecuada. Posteriormente, tras el encuentro de Huelva, llegó a decir que era preciso cirugía urgente. Ahora, el técnico colchonero, a raíz de lo visto frente al Celta de Vigo, reconoce que su equipo aún no esta fuerte en lo psicológico. Y ello a pesar de que con la racha de encuentros ganados en enero -Sevilla, Valladolid, Recreativo y Sporting-, ese problema se había superado. El partido del Celta fue muy grosero, muy difícil de admitir como entrenador. Fue un partido con muchos errores. Se intentó de mil formas equilibrar el juego, la situación, los duelos, pero no fuimos capaces, explicaba el responsable colchonero en la 'Cadena Ser' una vez concluida la cita.
En este sentido, Quique apuntaba que fue un mal partido por nuestra parte de principio a fin. A los tres minutos ya nos habían marcado un gol y encima de una jugada que nació en un saque de banda a nuestro favor, continuó el preparador que añadió que el equipo decreció porque le faltó confianza. El entrenador madrileño ahondó en el factor psicológico, uno de los elementos que más le están pesando al Atlético.
El Atlético ha hecho partidos mucho mejores en comparación al del Celta. Nos encontramos una versión muy retrocedida respecto a lo que pasó hace unos meses, de poca confianza, de poca autoestima, señaló, antes de tomar como ejemplo a Tiago, uno de los nuevos, respecto a lo que debería encontrarse. Es el camino de la personalidad lo que buscamos. Tiago, en ese sentido, fue uno de los pocos que siempre quiso el balón en cualquier momento de dificultad. Hubiésemos necesitado muchos 'Tiagos' para cambiar lo que pasó ante el partido ante el Celta, explicó el preparador colchonero.
Finalmente, Quique señaló que la fragilidadmental del Atlético de Madrid sólo se podrá curar en la medida que los resultados se estabilicen. Eso no es entrenable. En el momento que ellos, haciendo lo mismo, no cometan errores y ganen los partidos dejando la puerta a cero; o haciendo lo mismo ellos se sientan más seguros, entonces se cambiará esta dinámica, concluyó el técnico