Pep Guardiola, técnico del Barça , ha negado que hoy que su deseo de firmar la renovación con el próximo presidente del club y su semblante serio durante el anuncio de su continuidad se deba a que tenga una mala relación con Joan Laporta, máximo mandatario de la entidad azulgrana. "No somos íntimos amigos, pero nuestra relación es excelente".
Guardiola, que ha citado a Keita para jugar en Valladolid en una lista sin el lesionado Busquets, insiste que "me ha dado la oportunidad de ser el entrenador de este equipo, me ha dado todo lo que le he pedido y me ha dejado trabajar con absoluta libertad. Es un honor y un placer estar aquí y les estaré siempre agradecidos, al presidente, a la junta directiva y a Txiki (Begiristain, el secretario técnico), por confiar en mí", ha manifestado. Guardiola cree que la gente ha malinterpretado su actitud un tanto distante durante el acto en el que, junto a Laporta y Begiristain, anunció que seguiría un año más. "Es muy fácil sacar una imagen y ponerse a interpretarla. A veces se confunde la seriedad con la timidez. Era un acto institucional y creo que hay que guardar las formas. El presidente y yo nos hemos abrazado en más de una ocasión, pero cuando lo hacemos es en privado", ha argumentado. Guardiola, que ha insistido que para él trabajar con Laporta es "un placer".
Espera que no se le vuelva a preguntar más por este asunto ya que "mi palabra es la que vale", y añadir que "es el Barça el que nos hace buenos a todos y no al revés. Nunca podré devolver a la institución lo que me ha dado" descartando un salto a presidente del club en el futuro ya que, ironiza, "si lo fuera echaría al entrenador la primera jornada".